Por Redacción
Javier Milei no obtuvo lo que quería de su viaje a Estados Unidos. Primero, Donald Trump canceló la reunión bilateral y luego confirmó que “si Milei gana, estaremos cerca. Si no, nos vamos” . El libertario fue recibido este martes en la Casa Blanca donde esperaba poder cerrar un acuerdo financiero que le diera aire para llegar al 26 de octubre sin sobresaltos, sin embargo, el mandatario estadounidense le tiró un salvavidas de plomo y condicionó cualquier asistencia financiera al resultado electoral.
En principio la reunión entre ambos dirigentes se iba a realizar en el Salón Oval de la Casa Blanca, a minutos de hacerse efectivo el encuentro esa posibilidad fue dada de baja por el administración republicana. Todo quedó supeditado a un almuerzo de camaradería donde Trump brindó una breve conferencia de prensa. Allí, el mandatario estadounidense aseguró: «Acá estamos dándote un apoyo para las próximas elecciones».
Al mismo tiempo, se mostró tan perdido como despreocupado sobre la situación electoral del país. En tal sentido afirmó: «el trabajo que hizo en los últimos cuatro años es increíble» y agregó que «si Milei pierde con un candidato de extrema izquierda, no seremos generosos con Argentina».
Trump enfatizó que «el éxito de Argentina será increíble, puede transformar su país, hay una buena probabilidad, el trabajo que hizo en los últimos cuatro años es increíble, está muy cerca de tener un gran éxito». No obstante, amenazó al pueblo argentino: «Nuestros acuerdos están sujetos a quién gane las elecciones. Porque con un socialista es muy diferente hacer inversiones».
Asimismo, el republicano señaló que «las elecciones serán muy pronto. Es una gran elección, será vista por todo el mundo porque hizo un gran trabajo. La victoria es muy importante. Las encuestas te dan bastante bien, pero creo que serán aún mejores después de esto». Y acotó: «Quiero ver a la Argentina exitosa y creo que el liderazgo de Milei lo puede lograr. Va en la dirección correcta. El plan puede caerse, sí, pero también le puede ir bien. Le vamos a dar la chance».
El estadounidense no hizo referencia a ningún acuerdo, tampoco hubo anuncios. Solo se dedicó a remarcar que «si él (Milei) pierde con un candidato de extrema izquierda, no seremos generosos con Argentina. No voy a ser generoso con un comunista que toma el dinero y lo arroja por la ventana. Son billones de dólares».
Milei llegó desesperado a Estados Unidos, la crisis económica que amenaza a transformarse en una grave situación social, sujeta al libertario a una narrativa artificial sin sustento material concreto. Su intervención fue acotada y se lo vio sumiso y dócil en presencia de Trump. La imagen del otrora panelista de programas de televisión quedo ridiculizada luego del discurso del anfitrión y se desdibujó aún más cuando le entregó un ridículo presente: una carta enmarcada con la nominación al Premio Nobel.
Las consecuencias financieras fueron inmediatas. Los bonos argentinos cayeron hasta 7,4% y las acciones locales retrocedieron más del 9% y reflejaron la incertidumbre sobre la continuidad del respaldo estadounidense y el impacto político de las declaraciones de Trump. El gobierno libertario quedó atado a las decisiones de la administración republicana y desde esa posición se dejó en claro que los acuerdos de libre comercio y las inversiones en sectores estratégicos como el litio, la energía y el cobre dependerán del resultado electoral, lo que refuerza la percepción de que el apoyo de Washington no es incondicional.
A menos de dos semanas de las elecciones, el gobierno libertario quedó prendido de su dependencia con Estados Unidos. y se encuentra en un callejón sin salida.