Por Redacción
De acuerdo con el último estudio del Observatorio de Tarifas y Subsidios del IIEP, dependiente de la UBA y el CONICET, una familia tipo del AMBA necesitó $193.329 para cubrir la canasta de servicios sin subsidios. Este monto representó un aumento del 5,4% respecto de junio y una suba interanual del 40% frente a julio de 2024.
El alza mensual obedeció a ajustes en todos los servicios. En agua potable se aplicó un nuevo cuadro tarifario y se computaron más días de consumo porque julio tuvo un día adicional. El gas natural sumó un aumento de 1,1% en el cargo fijo y de 1,8% en el variable, más un salto estacional por mayor consumo en invierno. La energía eléctrica mostró un encarecimiento del 0,7% en el cargo fijo y del 2,4% en el variable, junto con un uso más elevado.
El transporte público, que forma parte de la misma canasta, tuvo un aumento promedio del 5,1%. El boleto de colectivos porteños subió 3,5% mientras que los servicios interjurisdiccionales bajo control nacional escalaron 7%. El informe detalló que el transporte explicó más de la mitad del incremento interanual de la canasta: solo este rubro sumó 21 puntos de los 40 de suba total respecto de julio del año anterior. En segundo lugar aparecieron la electricidad y el gas, con 7 puntos cada uno, y el agua, con 5 puntos.
La comparación de más largo plazo mostró la dimensión del ajuste: desde diciembre de 2023 hasta julio de 2025, la canasta de servicios subió 597% mientras que la inflación general de precios fue de 154% en el mismo período. Según el cálculo del Observatorio, el gasto básico en servicios ya representa el 13,1% del salario promedio registrado estimado en $1.471.842, con el transporte ocupando el 36% de esa canasta.
Los números reflejaron la estrategia del gobierno de Javier Milei de reducir subsidios. Según el Observatorio, los principales aportes estatales a energía, transporte y agua se achicaron 57% en términos reales en un año. En detalle, los subsidios a la energía bajaron 65% interanual y los del transporte 26%. En agua, la quita fue total, con una caída del 100% de la asistencia estatal.
Entre enero y junio de 2025, esta poda de subsidios representó $1,52 billones, cifra que casi coincide con el superávit fiscal primario de $1,73 billones en ese mismo lapso. Aunque la Casa Rosada insiste en que los usuarios deben cubrir todos los costos, la realidad muestra que solo pagan en promedio la mitad: 50% del costo real se transfiere a la factura y la otra mitad sigue en manos del Estado. En electricidad, por caso, los hogares cubren apenas el 48% del sistema, mientras que el Tesoro asume el 52% restante.
El Observatorio precisó que, pese al discurso oficial, en julio incluso los sectores de mayores ingresos continuaron recibiendo subsidios en la factura de luz. El aumento de la cobertura tarifaria, que se ubicó tres puntos por encima del promedio de los últimos 18 meses, obedeció al traslado parcial del aumento de costos de generación, pero no eliminó la asistencia estatal.
Mientras la clase media paga cada mes más por servicios básicos, el gobierno libertario muestra superávit fiscal a costa de vaciar los subsidios y cargar la diferencia sobre salarios que pierden frente a la inflación y dejar sin protección estatal a los más humildes.