Por Redacción
El ministro del Interior, Diego Santilli, recibió este martes al embajador de los Estados Unidos, Peter Lamelas, en la Casa Rosada. La reunión fue presentada por el gobierno libertario como un encuentro técnico vinculado a la “agenda bilateral”. No obstante, el representante de Trump en Argentina, pidió explicaciones sobre el rumbo político y económico del gobierno.
Ambos funcionarios ratificaron el alineamiento incondicional entre ambos países, en un contexto donde el gobierno de Milei depende de las decisiones financieras que se toman en Washington. El contacto con Lamelas se concretó en medio del persistente rechazo de Santilli a mantener una reunión institucional con los gobernadores peronistas Axel Kicillof, Ricardo Quintela, Gustavo Melella y Gildo Insfrán, pese a que su principal responsabilidad consiste en conducir la relación entre Nación y provincias.
La elección de Santilli como interlocutor respondió al rol que ocupa dentro del gobierno: es el encargado de negociar la gobernabilidad con mandatarios provinciales y obtener los votos para proyectos legislativos de ajuste. Su función incluye liberar fondos discrecionales o reactivar obras paralizadas a cambio de respaldos parlamentarios. Sin embargo, Estados Unidos impone su condiciones en la política interna.
Hace tiempo, Lamenas expuso públicamente la determinación de la administración republicana de intervenir en los asuntos internos. Su misión busca participar activamente en el entramado político local para resguardar los intereses estratégicos de Estados Unidos. El diplomático dejó en claro que una de sus prioridades es “dialogar con los gobiernos provinciales”. Su objetivo real es impedir el crecimiento de la economía argentina, supeditada al endeudamiento, y desplazarla como competidora regional. Del mismo modo, busca que los recursos naturales estratégico argentinos queden bajo control de las corporaciones estadounidenses.
El encuentro se produce en la antesala de las sesiones extraordinarias, donde el Congreso discutirá proyectos clave exigidos por el FMI y por el Departamento de Estado. Entre ellos se encuentran el Presupuesto 2026 de déficit cero, la reforma laboral que precariza el empleo y las reformas tributaria y penal. Para que estas iniciativas avancen, Santilli debe alinear a algunos gobernadores dispuestos a negociar su apoyo.
El nuevo alineamiento del gobierno libertario con la estrategia de Donald Trump se sostiene en la ayuda financiera que llegó en la previa de las elecciones legislativas. El respaldo del Secretario del Tesoro, Scott Bessent, y del propio Trump contribuyó a sostener la bicicleta financiera y a anclar de manera gradual el valor del dólar. El retorno de estos favores son pagados con recesión y destrucción del aparato productivo nacional, de esta manera, Argentina deja de ser una amenaza comercial para la economía de Estados Unidos, también en crisis.
La Cancillería ratificó su adhesión total a la agenda impuesta por la administración de Donald Trump. Por otro lado, Lamelas presiona para que Argentina se involucre en los ataques contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. De esta manera. Estados Unidos refuerza su política de intrusión en la región desesperado por ganar protagonismo en un mundo que tiende a la integración multipolar. Milei no solo subordinó la política exterior a los intereses de Washington, sino que vinculó la estabilidad económica local a ese mismo pacto.
