Por Redacción
En el marco del Día de la Industria, la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (CSIRA) presentó el informe Sin industria argentina no hay empleo, en el mismo se documentó la fuerte caída del empleo registrado en el sector privado y los impactos negativos sobre las condiciones laborales. De acuerdo con el relevamiento de la organización, entre noviembre de 2023 y mayo de 2025, se perdieron 98.736 puestos de trabajo asalariados.
El informe detalló que que 8 de cada 10sindicatos percibió un empeoramiento de la situación económica en comparación con el trimestre anterior, incluyendo caída de ventas, capacidad instalada, inversiones y exportaciones. Las condiciones de trabajo se agravaron con recortes de horas extras, suspensiones, adelantos de vacaciones, retiros voluntarios, jubilaciones anticipadas y despidos, que aumentaron en siete de cada diez sindicatos.
En materia de paritarias, la mayoría de las organizaciones sindicales reabrió discusiones tras la devaluación, pero solo la mitad logró acuerdos que empatan con la inflación y pocos la superan. El 31,8% negocia por debajo de la inflación y el 4,5% no cierra paritarias. Las dificultades se relacionan con la falta de previsibilidad, la demora en homologación de acuerdos y la resistencia empresarial. Además de salarios, los sindicatos debaten capacitación, seguridad, higiene y actualización de categorías.
Respecto a la percepción económica, 45,5% de los sindicatos prevé un empeoramiento en el tercer trimestre y ninguno espera mejoras. En agosto, 86,4% anticipa una situación peor que el trimestre anterior, frente al 70,4% registrado en junio. Entre las principales causas figuran la pérdida del poder adquisitivo (62,5%), la caída de la obra pública (25%), el acuerdo con el FMI (25%) y la apertura importadora (12,5%).
Sobre situaciones de relevancia, 33,3% de los sindicatos no identificó hechos significativos, mientras que 29% mencionó cierres de empresas. Del mismo modo, aparecen preocupaciones por la desfinanciación de obras sociales, el retiro de capitales y nuevas legislaciones que afectan a las empresas.
El informe concluyó que la actividad industrial está en retroceso, con caída en ventas, inversiones, capacidad instalada y exportaciones. Los ajustes sobre el empleo y los derechos laborales, sumados a la pérdida de poder adquisitivo y la conflictividad social, anticipan un panorama crítico para los trabajadores y la economía.