Por Redacción
La inteligencia artificial (IA) podría mejorar la calidad del empleo y crear nuevos puestos de trabajo, a la vez que potencia habilidades humanas como la creatividad, el pensamiento crítico y la inteligencia emocional. Así lo señalaron expertos durante un seminario web organizado por la OIT, en el marco de la serie “AI for Good”.
James Bessen, Director Ejecutivo de las Iniciativas de Investigación en Tecnología y Políticas de la Universidad de Boston, fue el orador principal del evento titulado “What will AI do to our work?” (¿Qué hará la IA con nuestro trabajo?). En su intervención, destacó que, aunque persisten temores sobre el desempleo masivo a causa de la automatización, la tecnología podría impulsar un crecimiento laboral sostenido y un desarrollo económico en el futuro.
“La automatización será más positiva cuando los trabajadores cuenten con las habilidades y capacidades para aprovecharla al máximo”, expresó Bessen. Por otro lado, aseguró que el verdadero desafío consiste en abandonar la idea de que la educación es algo limitado a la juventud, ya que se suele pensar que las habilidades adquiridas en ese período servirán durante toda la vida laboral.
En este sentido, el experto explicó que es necesario “cambiar la forma en que funcionan nuestras instituciones educativas para desarrollar un aprendizaje a lo largo de la vida”. Asimismo, insistió en la importancia de crear mecanismos que permitan a los trabajadores adquirir nuevas habilidades para interactuar con la tecnología emergente, y que estos conocimientos se traduzcan en mejores salarios.
El seminario, realizado la semana pasada y moderado por Pawel Gmyrek, investigador senior de la OIT, abordó temas clave sobre el impacto de la IA en el trabajo. Entre los puntos tratados, se destacó cómo la automatización podría transformar las tareas dentro de los empleos, permitiendo que los trabajadores se enfoquen en actividades de mayor valor. Este proceso podría dar lugar a nuevas oportunidades laborales y habilidades.
Con respecto a las habilidades, Bessen enfatizó que a medida que la IA asume tareas repetitivas, crecerá la demanda de capacidades exclusivamente humanas, como la resolución de problemas complejos y la comunicación interpersonal. Sostuvo que existen riesgos derivados del mal uso de la IA, como la vigilancia excesiva o la invasión de la privacidad. A este respecto, subrayó que la integración exitosa de la tecnología ha ocurrido cuando se evitó la confrontación con los trabajadores y, en cambio, se ha promovido su participación activa.
El Observatorio de la OIT sobre Inteligencia Artificial y Trabajo en la Economía Digital, que coorganiza el evento, es una plataforma clave para la investigación y el análisis de la transformación digital del trabajo. Su misión es apoyar a gobiernos y trabajadores en la gestión de los cambios tecnológicos, promoviendo la recapacitación y el establecimiento de normas para una integración justa y sostenida de la IA en el ámbito laboral.
29/1/2025