La conducción nacional de la Unión Obrera Metalúrgica expresó su preocupación por despidos y suspensiones en el sector. El gremio que conduce Antonio Caló denunció que 1.100 trabajadores fueron despedidos y más de 700 suspendidos por el cierre de empresas en todo el país.
Caló expresó que “en los últimos tres meses se ha agravado la situación de acuerdo a los informes que nos suministran los secretarios generales de las distintas seccionales”. La situación fue analizada éste miércoles en un plenario nacional de Secretarios Generales.
“Entre diciembre y enero fueron despedidos más de 1.100 compañeros y hubo 740 suspendidos y, a eso, hay que sumarle el cierre de BGH en Tucumán, que dejó sin empleo a los últimos 50 compañeros”, aseguró Antonio Caló.
El sindicalista metalúrgico confirmó que “la UOM tomará las medidas que hagan falta para proteger las fuentes laborales” y agregó que existe la posibilidad de “la realización de una gran movilización de los metalúrgicos, porque los compañeros aducen que las empresas están trayendo productos extranjeros”.
Por otro lado Caló indicó: “Tenemos que intermediar frente al gobierno nacional para ver cómo podemos hacer para frenar las importaciones de productos que se fabrican en el país”. Respecto a la negociación paritaria explicó que “a nosotros el 15 por ciento no nos sirve, y pretendemos tener como sueldo lo que cuesta la canasta familiar, que hoy ronda los 17.000 pesos”.