Por Redacción
De los 600.000 desplazados internos en Haití, la mitad son niños, quienes cada vez más se ven forzados a unirse a pandillas para sobrevivir ante la falta de protección y medios adecuados. Desde marzo, el número de niños desplazados ha aumentado en un alarmante 60%, equivalente a un niño desplazado cada minuto debido a la violencia perpetuada por bandas armadas.
Según UNICEF, la situación es catastrófica para los niños haitianos, expuestos a violencia extrema y desplazamientos forzados. Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF, subrayó la urgencia de proporcionar un entorno seguro y apoyo financiero internacional para estos niños desplazados. En tal sentido, la funcionaria aseguró que “los niños de Haití siguen sufriendo el embate de múltiples peligros, entre ellos una violencia espantosa y unos niveles críticos de desplazamiento”.
De acuerdo a los datos que maneja UNICEF, los riesgos para estos niños incluyen violencia, abusos sexuales, explotación y separación familiar, con acceso limitado a servicios básicos como atención médica y saneamiento adecuado. Las condiciones insalubres en los campamentos aumentan el riesgo de enfermedades, como el cólera, mientras que el cierre de escuelas ha interrumpido gravemente su educación.
La agitación política y las condiciones económicas adversas han alimentado el crecimiento de grupos armados, obligando a los niños a buscar protección en entornos peligrosos. Esta situación representa una grave violación de sus derechos y del derecho internacional. Al mismo tiempo, la temporada de ciclones pronosticada como “hiperactiva” amenaza con empeorar aún más la situación de los desplazados internos, sumado a un sistema sanitario debilitado que lucha por hacer frente a la demanda creciente y a las enfermedades transmitidas por el agua.
Russell enfatizó que “la catástrofe humanitaria que se desarrolla ante nuestros ojos está teniendo un efecto devastador en los niños. Los niños desplazados necesitan desesperadamente un entorno seguro y protector, así como un mayor apoyo y financiación por parte de la comunidad internacional”.
Asimismo, subrayó que “las necesidades en Haití siguen creciendo, junto con los peligros para los niños. Todo el mundo tiene un papel que desempeñar para cambiar la trayectoria y garantizar que los niños vuelvan a la escuela, que estén seguros y que tengan acceso a los servicios básicos. Los niños no deberían estar pagando con sus vidas y su futuro una crisis creada por los adultos”.
3/7/2024
