Por Redacción
La realidad cambia a una velocidad extrema, los acontecimientos políticos tienen un impacto determinante en la vida cotidiana de los trabajadores y de los hombres y mujeres de las clases populares. En medio de este vértigo, las organizaciones sindicales se ven obligadas a avanzar sobre este campo de batalla sin perder el horizonte de su propia agenda social.
Juan Carlos Schmid, Secretario General de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte, de la FeMPINTA y del Sindicato del Personal de Dragado y Balizamiento, se pronunció respecto a lo que sucede en el país hermano de Bolivia, a partir del golpe de estado. En tal sentido el dirigente marítimo expresó: “Hay un rechazo generalizado de gran parte del arco democrático, popular de la región a lo que ha sucedido. Uno tiene que dejarse enredar por las calificaciones, técnicamente es un golpe”.
El sindicalista añadió que lo ocurrido “se inscribe dentro de la lógica ofensiva que han sufrido los gobiernos populares desde Honduras para acá. Pasando por los sucesos en Brasil, los de Paraguay, lo que sufrió Correa. El ataque sistemático que ha habido acá también sobre Cristina Fernández de Kirchner y obviamente hay una lección que aprender: me da la impresión de que únicamente la movilización popular es la que puede sostener firmemente estos procesos. Cuando hay un relajamiento de las movilizaciones populares es donde afloran este tipo de situaciones que, naturalmente, van en contra del afianzamiento del sistema democrático en América Latina”.
Schmid subrayó que “uno de los problemas que tenemos es que siempre se ha formulado el proceso de integración a caballo del auge de los gobierno populares, pero no se ha encontrado densidad institucional. Pensemos que ha habido avances extraordinarios en la región, a lo largo de toda esa década a favor de nuestros pueblos, pero esto no fue consolidado en la conciencia crítica y popular, movilizadora de los partidos políticos, de las organizaciones de base. Vuelvo al punto, creo que hubo un relajamiento de eso”.
El referente de la FeMPINRA mostró su satisfacción por la liberación del ex presidente de Brasil, Ignacio Lula Da Silva, en tal sentido manifestó que sintió “una enorme alegría de clase porque Lula era un sindicalista metalúrgico, era uno de los nuestros, era un trabajador que estaba en el ejercicio de la presidencia. Por lo tanto no era únicamente el ataque o la prisión a una determinada figura política. Era el ataque, frontalmente, a un hombre surgido de las entrañas de la clase trabajadora, que por sostener los ideales de democracia, justicia social y de haber terminado con la barbarie que había en Brasil, en muchos aspectos, termina encarcelado por un sistema que lo que quiere es volver dibujar el mismo paisaje de injusticia que ha tenido antes que llegara él”.
Schmid subrayó la importancia de tener en cuenta, en todo momento, a los podres que existen “detrás del biombo que son los poderes que nunca vana a elecciones, que son los poderes que nos lo vota nadie y que siempre terminan incidiendo en los sucesos sociales y económicos de todas las naciones, aun en las que nosotros, muchas veces, creemos que son más democráticas o más consolidadas. No hay que olvidar nunca esos poderes, por lo tanto, las miradas tienen que estar dirigidas fuertemente a esos sectores”.
El Secretario General de la CATT destacó la importancia de la construcción popular para combatir a esos poderes de las sombras. Resaltó a su vez el triunfo electoral frente “al bloque mediático, frente al partido judicial, frente al Fondo Monetario Internacional, a la receta del neoliberalismo y a la presencia, en la zona de influencia de Estados Unidos, es altamente valorable. No es un triunfo de un proceso electoral normal”.
“El presidente electo dijo: Ustedes son parte de esto. Hay que entenderlo profundamente a eso. Cuando uno es parte, es parte en las buenas y en las malas, así que creo que nos tenemos que arremangar todos y ver esa parte como actúa dentro de la gestión del nuevo gobierno”, sostuvo Shcmid frente al panorama que se abrió tras la visita de Alberto Fernández a la CGT.
Respecto a la unidad del Movimiento Obrero, el conductor de Dragado y Balizamiento, precisó que en este período hubo sindicatos que jugaron un rol de combativos y terminaron siendo mucho más moderado de lo que criticaban. Al respecto puntualizó que es necesario “bancarnos la discusión y saldar esas cuestiones simplemente par no volver a cometer los mismos errores. Yo suelo decir que en esto todos tenemos voz. Todos tenemos que tener vos: el más grande que tiene muchos congresales y el más chico. Eso no se resuelve en un Congreso, porque en un Congreso aparece el peso del aparato sindical que manda. Es necesario hacer lago más equilibrado donde todos tengamos voz y tratar de hacer un acuerdo si se puede”.
Schmid concluyó que la tercera posición puede ser un aporte determinante en este nuevo mundo: “Sin embargo hay que incorporarle un serie de nuevos elementos. Hay problemas éticos del presente y del futuro que todavía ni siquiera hemos abordado. Van a venir de la mano con las innovaciones tecnológicas y con la inteligencia artificial y con la biotecnología, todo eso que recién ahora están empezando a evaluar los expertos.
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