*Por Gustavo Ramírez
Los rostros de los dirigentes, que salían cerca de las 15 horas del Teatro Empire de La Fraternidad, mostraban un dejo de satisfacción. El Comité Central Confederal de la CGT pasó sin sobresaltos y alcanzó el consenso general. Así lo expresó la dirigencia de los diversos sectores que componen la estructura interna de la Confederación General del Trabajo.
El Confederal otorgó mandato al Consejo Directivo para continuar con la ronda de negociaciones con el Gobierno. Si las respuestas son nulas o insatisfactorias dicho Consejo tiene potestad para avanzar en un plan de lucha. Para ello habrá que esperar que pasen las elecciones del 22 de octubre.
La nota saliente tiene que ver con la ausencia de Pablo Moyano. En tanto Hugo Moyano pasó un instante y si bien no participó del Confederal mantuvo una breve reunión con los distintos dirigentes que se hicieron presentes en el Teatro que pertenece a La Fraternidad. No son pocos los sindicalistas que se mostraron sorprendidos por esta ausencia.
Por otro lado los Secretarios Generales consultados por AGN Prensas Sindical destacaron la presencia de los integrantes del Movimiento de Acción Sindical Argentino en el encuentro. ¿Una señal de qué a corto plazo la CGT busca la unidad definitiva a través de un sólo conductor? La respuesta por ahora es imprecisa, no obstante existen indicios de que el camino trazado se dirige hacia esa meta.
El Comité Central Confederal expresó el posicionamiento de los diversos sectores internos que conforman la Central Obrera. Aun a pesar de las diferencias la CGT es capaz de encontrar puntos coincidentes y mostrar que la unidad, si bien no está consolida en un amplio sentido, se fortalece por medio del consenso.
No es un tema menor que más de 150 gremios hayan participado del cónclave. Claro que la expectativa tenía miras superiores. Sin embrago la coyuntura electoral atemperó los ánimo con su propia inercia. El clima expectante sobre lo que pueda ocurrir en las urnas influye y en ese contexto la decisión del Confederal resulta racional y lógica.
Los dirigentes coincidieron también en destacar que el dialogo tiene un límite. Para la actual conducción de la CGT está claro que no se va a repetir la historia como ocurrió en los ’90. Por ello no piensan en retroceder ante un posible flexibilización laboral y en las conquistas de derechos. El espectro sindical tiene su propio diagnóstico en cuanto a la situación social, política y económica del país. El saldo es negativo pero ello no invalida la negociación.
Son varios los medios que ante cualquier posible “movida” de la CGT intentan deslegitimarla. Lo extraño es que diversos sectores de campo popular compren títulos carentes de fidedigna información. Vale resaltar entonces que no se ha bajado ningún plan de lucha, de la misma manera que no existió la exigencia de un nuevo paro general. Que puede ser el corolario de ese plan de lucha.
No sobran los motivos para caer en falsos optimismos. Aun así la singularidad del Movimiento Obrero nacional lo pone de relieve tal el peso social de su estructura. El resultado de éste, breve tal vez como necesario, Confederal es satisfactorio. Así lo hicieron saber los distintos sectores que representan al conjunto de los trabajadores. Lo importante está por venir y será después del 22 de octubre. Las cartas están sobre la mesa.
*Director Periodístico de AGN Prensa Sindical
*Periodista de La Señal Medios /Radio Gráfica: “Palabra Sindical”