Por Redacción
Los presidentes de Rusia y Estados Unidos, Vladímir Putin y Donald Trump, se reunieron este viernes en la base militar Elmendorf-Richardson, en Alaska, en lo que fue el primer cara a cara entre ambos desde 2019 y la primera cumbre entre Moscú y Washington tras el inicio del conflicto ruso-ucraniano en febrero de 2022. La reunión duró casi tres horas, a puertas cerradas, bajo un formato reducido de tres representantes por cada delegación.
Putin estuvo acompañado por el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, y el asesor Yuri Ushakov, mientras que Trump llegó con el secretario de Estado, Marco Rubio, y el enviado especial Steve Witkoff. El líder ruso no viajaba a territorio estadounidense desde 2015, cuando participó en Nueva York del debate anual de la Asamblea General de la ONU.
Durante la conferencia de prensa conjunta, Putin subrayó: «En más de cuatro años no se habían celebrado cumbres ruso-estadounidenses y ese período fue muy difícil para las relaciones bilaterales, que se hundieron a su nivel más bajo desde la Guerra Fría. Obviamente, tarde o temprano era necesario corregir la situación, pasar de la confrontación al diálogo, y en este sentido, una reunión personal entre los jefes de Estado era realmente necesaria, por supuesto, con la condición de una preparación seria y minuciosa. Y dicho trabajo, en general, se ha llevado a cabo».
Trump, por su parte, aseguró «hubo muchísimos puntos en los que coincidimos, y diría que la mayoría. Son un par de puntos importantes en los que aún no hemos llegado a un acuerdo. Eso es importante. Uno es probablemente el más significativo. Tenemos una muy buena oportunidad de lograrlo. No lo conseguimos ahora, pero las posibilidades son altas. Quisiera agradecer al presidente Putin y a todo su equipo».
El tema central del encuentro giró en torno a Ucrania. Putin expresó que Moscú percibe «el deseo de la administración estadounidense y del propio presidente Trump de facilitar la resolución del conflicto ucraniano, su deseo de profundizar en la esencia y comprender sus orígenes». En ese sentido, señaló: «Siempre hemos considerado y consideramos al pueblo ucraniano, lo he dicho muchas veces, como fraternal, por extraño que parezca en las condiciones actuales. Compartimos las mismas raíces, y todo lo que nos está sucediendo es una tragedia y un gran dolor«.
El mandatario ruso advirtió que para alcanzar una solución duradera es indispensable que «se eliminen todas las causas profundas de la crisis, que se han debatido en numerosas ocasiones. Deben tenerse en cuenta todas las legítimas preocupaciones de Rusia y debe restablecerse un equilibrio justo en el ámbito de la seguridad en Europa y en el mundo en su conjunto». Precisó que coincidió con Trump en que «la seguridad de Ucrania debe estar garantizada».
Trump anunció que informará a los aliados de la OTAN y al presidente ucraniano Vladímir Zelenski sobre lo acordado: «En última instancia, la decisión es suya». Remarcó: » Mejor que llegue a un acuerdo. Rusia es una potencia muy grande y ellos no lo son. Y creo que estamos cerca de un acuerdo».
Putin sostuvo que si Trump hubiera estado en la Casa Blanca en 2022, la guerra no se habría producido. Subrayó: «Recuerdo que en 2022, durante los últimos contactos con la administración anterior, intenté convencer a mi ex homólogo estadounidense de que no era necesario llevar la situación a una que, tras su inicio, pudiera tener graves consecuencias, en forma de acciones militares. Entonces dije directamente que aquello era un grave error. Y hoy escuchamos al presidente Trump decir: ‘Si yo hubiera sido presidente, no habría habido guerra’. Creo que eso realmente era así».
El líder ruso destacó la relación establecida con el mandatario estadounidense, puntualizó que «en general, he establecido con él una relación muy buena, de confianza y profesionalismo. Tengo todos los motivos para creer que si seguimos por este camino podremos alcanzar –cuanto antes mejor– el fin del conflicto en Ucrania».
Ambos presidentes abordaron una agenda económica y resaltaron la importancia de relanzar los vínculos bilaterales. Putin precisó que el comercio entre Rusia y Estados Unidos creció un 20 % desde la llegada de la nueva administración en enero. Explicó que «Moscú y Washington tienen muchas áreas interesantes para la colaboración, como comercio, energía, ámbito digital, altas tecnologías y exploración espacial. La interacción en el Ártico y la reanudación de los contactos interregionales, incluso entre nuestro Lejano Oriente y la costa oeste estadounidense, también parecen relevantes».
El presidente ruso expresó su expectativa de que los acuerdos alcanzados en Alaska sean «un punto de referencia no solo para resolver el problema ucraniano, sino que también marquen el inicio de la restauración de unas relaciones pragmáticas y empresariales entre Rusia y Estados Unidos».
Trump remarcó su vínculo personal con su par ruso: «Siempre he tenido una relación fantástica con el presidente Putin». Ante la posibilidad de un nuevo encuentro, Putin respondió en inglés: «Next time in Moscow». Trump replicó: «Oh, eso es interesante. No lo sé. Me van a criticar un poco por eso. Pero veo que podría suceder».
La reunión en Alaska marcó un giro en la relación bilateral tras años de enfrentamiento, con el conflicto ucraniano como telón de fondo y con la promesa de futuros encuentros para intentar consolidar un acuerdo de paz.