Diario de la FeMPINRA

Puerto de Buenos Aires: La historia sin fin

*Por Redacción

El puerto de Buenos Aires volvió a sumirse, este fin de semana, en un manto de incertidumbre a partir de los hechos de violencia generados por una medida de fuerza efectivizada por el Sindicato Unidos Portuarios Argentinos, organización que representa a los estibadores, en el marco de un reclamo por re-apertura de paritarias e incorporación de los trabajadores tercerizados a planta permanente.

Tras varios meses de disputa por aumento salarial, el gremio de los estibadores portuarios, lanzó una medida de fuerza que incumple con la Conciliación Obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo. La genesis del conflicto se remonta al mes de junio, donde el sindicato había arribado a un acuerdo paritario, de palabra. No obstante, en ese entorno la FeMPINRA logró cerrar dos puntos poncertuales más que el SUPA, bajo mandato de sus bases. Esto desató el malestar de la conducción de dicho sindicato que a partir de allí modificó su postura e introdujo otras demandas en su pedido.

La organización sindical decidió no aceptar lo pactado, por considerar que el aumento era insuficiente.  En este contexto, el sábado 5 de septiembre, representantes del gremio intentaron ingresar por la fuerza a Terminales Río de la Plata, derribando uno de los portones de la entrada principal. A partir de ese hecho 14 personas fueron demoradas por los efectivos de Prefectura en el DIPA.

Fue durante la madruga del domingo 6 de septiembre donde se registraron los hechos de violencia más graves de las jornadas. En ese período un enfrentamiento entre personas no identificadas dejó a un trabajador herido de bala y a varios con contusiones productos de los golpes. Las testimonios sobre este acto son confusos y cruzados. El herido de bala se encuentra estable y aun internado. Tras estos episodios hubo, por parte de los referentes de la organización sindical, un nuevo intento de ingreso por la fuerza a una de las terminales lo que produjo 32 detenciones.

Cabe señalar que durante estas jornadas impera la Conciliación Obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo, que obliga a las partes a sentarse a una mesa de negociación. Hoy dicha mesa está cerrada a partir de los acontecimientos del último fin de semana. Esta metodología por parte del gremio de los trabajadores estibadores no es nueva. Hace un par de meses los mismos actores entraron de manera intempestiva a la Terminal 4, lo que derivó en denuncias penales.

Mientras los cortes en las entradas de las terminales portuarias persisten, las empresas, como todo el fin de semana, decidieron operar con personal ajeno a las compañías. Motivo que permite a la entidad sindical escudar los sucesos violentos. Por otra parte, la Administración General de Puertos hizo efectiva una denuncia penal contra el sindicato por los violentos acontecimientos realizados durante el fin de semana.

Son varios los actores portuarios que observan con preocupación la actitud del gremio, sobre todo porque durante los cuatro años de gestión macrista el sindicato se mantuvo al margen de las luchas que se realizaron en el puerto. Durante ese período la conducción del sindicato afianzó su relación con el Ministro de Trabajo, el neoliberal, Jorge Triaca, al punto de estar con él, en marco de un encuentro, organizado por la 62 Organizaciones creadas por el Momo Venegas, mientras en la calle el gobierno de Cambiemos reprimía a los trabajadores.

Asimismo el sindicato no participó, ni se solidarizó, con los trabajadores portuarios que  montaron la Carpa de la Dignidad Portuaria, por el contrario, algunos dirigentes de dicho sindicato, la denostaron. La conducción del gremio supo cultivar una relación a fin con Gonzalo Mórtola, ex Interventor Administración General de Puertos, desde el 2015 al 2020, y principal operador de Nicolás Caputo en la licitación de las concesiones portuarias.

El sindicato portuario también estuvo ausente cuando el resto de los gremios del sector avanzaron para desmontar la operación macrista, que tenía como objetivo principal, la desmantelación del Puerto de Buenos Aires  y reducido a una sola Terminal, amén del gigantesco negocio inmobiliario que circundaba las maniobras del gobierno neoliberal. En ese contexto, fueron los gremios de la FeMPINRA los que lograron, a través de la resistencia y la lucha, frenar la ofensiva de Cambiemos y preservar los puestos de trabajo de todos los sectores.

El 15 de mayo de este año, la Federación que lidera Juan Carlos Schmid, consiguió la prórroga de las concesiones por dos años más por lo que se garantizaron los puestos de trabajo, así como también, el reparto de la carga en el Puerto. Mientras tanto, el gremio de los estibadores, afianzaba las relaciones con la compañía Maersk, la principal beneficiaria del plan cambiemita, y con Gonzalo Mórtola, ferviente militante de la oligarquía.

Durante su gestión Mórtola se dedicó a atacar con ferocidad a los gremios que componen la FeMPINRA, lo que podría de cierta manera, explicar la posición del gremio “amarillo”, como lo califican fuentes del ámbito portuario. El sindicato de los estibadores, por otro lado, viene de recuperar, en un fallo express, su personería gremial luego de que esta fuera suspendida a partir de decretada la quiebra del gremio. En ese estado de situación  el macrismo sospechosamente, según fuentes portuarias, dado que  decidió no avanzar sobre la intervención del gremio, al tiempo que decidía la intervención de los  SUPA,  de Zárate y Puerto San Martín, en base a denuncias mediáticas.

Las dudas se ciernen sobre el Puerto de Buenos Aires a partir de estos hechos, sobre todo porque en los últimos días, en paralelo, aparecieron resabios del macrismo residual alentado la transferencia de dicho enclave comercial. Aun así la ausencia del Estado como interventor en el concierto de la conflictividad desbordada ha prendido más de una alarma.

El conflicto reiterado, sin regulación, la parsimonia estatal para intervenir en el actual contexto, el juego pendular de las empresas y la instalación de un escenario de violencia, desnaturalizaron el reclamo original y han puesto en evidencia el riesgo que corre el puerto, sobre todo si se tiene en cuenta que el telón de fondo es la destructuración del Puerto de Buenos Aires. Por otro lado esta acontece en un contexto general donde se promueve, desde sectores reaccionarios, la desestabilización del gobierno nacional.

La pregunta que ronda por estas hora en el Puerto de Buenos Aires es ¿a quién favorece una conflictividad que está desbordada y de esta naturaleza?

 

 

07/08/2020

 

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