Por Redacción
La Comisión Episcopal de Pastoral Social , a través de un comunicado, expresó la necesidad de que el país atienda con urgencia la deuda social por encima de la deuda externa . Del mismo modo señaló la importancia del crecimiento económico para sacar a millones compatriotas de la grave situación que atraviesan.
“Es necesario corregir los modelos de crecimiento que son incapaces de garantizar el respeto del medio ambiente, la acogida de la vida, el cuidado de la familia, la equidad social, la dignidad de los trabajadores, los derechos de las generaciones futuras” precisó la Comisión Episcopal.
Desde esta perspectiva la Iglesia indicó que “en nuestra Patria se presenta hoy el renovado desafío de atender la deuda pública, pero sobre todo las deudas sociales” y agregó que este problema “afecta a la vida de muchas personas, señalando en varias oportunidades que las obligaciones emergentes de situaciones creadas por la deuda externa no pueden y no deben soslayar la mirada ética respecto de los compromisos con la deuda social que nacen, precisamente, de un orden económico que ha privilegiado la especulación financiera por encima de la producción y el trabajo digno”.
La Comisión Episcopal de Pastoral Social puntualizó que “hoy vuelve a plantearse en nuestro país el dilema de pagar sobre el hambre y la miseria de millones de compatriotas o buscar un camino que, sin dejar de honrar las deudas, anteponga el crecimiento de la economía, el equilibrio de las cuentas públicas y la atención de los más necesitados antes de hacer frente a los compromisos de la deuda”.
“La deuda social es la gran deuda de los argentinos, no se trata solamente de un problema económico o estadístico. Detrás de las estadísticas hay rostros e historias de sufrimiento y lucha por sobrevivir. Es principalmente un problema ético que nos afecta en nuestra dignidad más esencial” indicaron los representantes desde la Iglesia.
En ese ordenan se manifestó que “estamos hablando de poner en el centro de la discusión la dignidad humana. Pensando en el bien común, necesitamos imperiosamente que la política y la economía, en diálogo, se coloquen decididamente al servicio de una vida decorosa para todos”.
La Pastoral Social reafirmó que “al abordar el tema de la deuda externa, nuestra Patria se asuma como protagonista de su propia suerte para definir el propio desarrollo cultural, civil, social y económico, de modo de poder construir y afianzar un modelo que tenga como eje central la producción y el trabajo. Como en su momento sostuvo la Comisión Pontificia de Justicia y Paz: “El servicio de la deuda no puede ser satisfecho al precio de una asfixia de la economía de un país”.
En el documento la Iglesia expresó que “el endeudamiento ha sido utilizado por los organismos internacionales para imponer un modelo económico y cultural que ha incrementado la pobreza, el desempleo y la desigualdad social, al mismo tiempo que ha contribuido a la explotación y el abuso de nuestra casa común”.
La Pastoral Social añadió: “El Papa Francisco ha señalado que “en un mundo y en una región en particular en la que mientras las ganancias de unos pocos crecen exponencialmente, las de la mayoría se quedan cada vez más lejos del bienestar de esa minoría feliz. Este desequilibrio proviene de ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera. De ahí que nieguen el derecho de control de los Estados, encargados de velar por el bien común”.
Por último la Comisión Episcopal de Pastoral Social instó a que se profundicen las políticas para crear un modelo ” basado en la producción y en la economía social, como condiciones imprescindibles para una economía con rostro humano que, a partir de saldar la deuda social, pueda honrar sus compromisos con la deuda externa privilegiando la protección de los más vulnerables”.
08/01/2020