Por Redacción
Un trabajador que desempeñaba tareas para la empresa Chediak, identificado como Edgar Mansilla, de 36 años, perdió la vida al volcar la retroexcavadora con la cual levantaba un talud en el veril del Río Salado, el último domingo. Fuentes cercanas al operario, señalaron que esto ocurrió ante la falta de controles de seguridad por parte de la compañía que, hasta el momento, no emitió comunicación alguna al respecto.
Según los testimonios recogidos por AGN Prensa, Mansilla realizaba una tarea que no le correspondía producto de la presión que la empresa ejerce sobre los trabajadores para ahorrar en inversión salarial, lo que implica una precarización de hecho. Con la excusa del ahorro de costos, la compañía no invierte en seguridad laboral, al mismo tiempo que promueve la realización de tareas con la cantidad de personal inadecuado. Por estas cuestiones el personal debe desempeñar tareas en condiciones límites que como en este lamentable hecho, terminan en tragedia.
El mantenimiento de las máquinas, así como la supervisión de obras tampoco es el adecuado. Estos hechos se registran desde hace tiempo en Chediak, empresa que se dedica a obras de construcción, así como a tareas de dragado en el Río Salado. Si bien parte de su personal se encuentra afiliado a la Unión Obrera de la Construcción, gran parte de los trabajadores están fuera de convenio. En estas condiciones la compañía se permite operar fuera de los marcos legales.
Es tal la coerción que la empresa ejerce sobre los trabajadores que los mismos tienen miedo de perder su trabajo si denuncian lo que ocurre dentro de la misma respecto a sus condiciones laborales. De esta manera, es frecuente que durante los días feriados opere con menos de una dotación necesaria para la realización óptima de las tareas requeridas.
“Por no querer pagar los feriados, ni el sábado y el domingo el compañero estaba solo”, contó una fuente a este medio. El trágico hecho se produjo a las 7:00 de la mañana del domingo cuando la retroexcavadora en la que trabajaba Mansilla se dio vuelta y cayó al río. Los buzos tácticos de Prefectura recién pudieron sacarlo del agua a las 13:00 horas.
Es probable que si la dotación de trabajadores estuviera completa, Mansilla pudiera haber sido socorrido a tiempo. “Edgar falleció solo, y esto es producto de la desidia empresarial. Fue a hacer esta tarea solo, en medio de nada, porque la empresa quiere ahorrarse unos míseros pesos”.
Cabe señalar que los trabajadores realizan estas tareas solos pero también alejados de centros urbanos o rurales, por lo que ante cualquier urgencia quedan librados a su suerte. No existen elementos de seguridad, ni vehículos, ni equipos de socorristas para asistirlos en tiempo y forma. Este hecho, se suma a uno parecido ocurrido el año pasado donde perdió la vida otro joven operario de 20 años.
Hasta el momento, las autoridades de control del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, tampoco se expidieron al respecto. Resta esperar que hará la UOCRA en esta circunstancia. Una vez más un trabajador pierde la vida por negligencia empresarial en un sistema donde la existencia resulta sujeta al valor del costo beneficio.
La mercantilización de las relaciones laborales deshumaniza el componente ético de la misma. Las empresas, sus directivos, extreman las situaciones de tal manera que los trabajadores tienen que pagar con su vida a partir de la precarización y flexibilización laboral de hecho.
“La pregunta que nos hacemos ante estas cosas es ¿hasta cuándo tenemos que aguantar trabajara en estas condiciones. Da bronca, tristeza e impotencia”, concluyó nuestra fuente.
28/2/2022