*Por José Luis Ponsico
La historia ubica al grupo de muchachos marplatenses, clase media y algunos estudiantes universitarios, reuniones en la legendaria Confitería Jockey Club de Santiago del Estero y San Martín. El inicio. Corría mayo del ´50. Así creció la idea de fundar Pueyrredón Rugby Club. A los 74 años, varios asistentes a la comida del reencuentro en Parque Camet evocaron aquellas jornadas. En momento difícil por el deceso, en marzo último, de Germán Fava.
En la Mar del Plata que también crecía con fuerza inolvidable. “La Perla del Atlántico”. El balneario que estaba mutando de “la Biarritz” francesa al impacto del Turismo Social. Hace siete décadas, el rugby marplatense vivía una etapa de transformación. Varios clubes crecieron a pulmón. Los colegios Nacional y Comercial tenían equipos.
Desde Santa Bárbara, Santa Ana, Nogales, el poderoso Spórting que tenía respaldo de “Los Hermanos Maristas”, colegio privado y consumado prestigio social. En ese tramo de la historia, Pueyrredón vivió efecto popular con muchachos que entrenaban en “Plaza España”, jugaban en el “Campo de Deportes”, otro extremo, y sin sede ni campo deportivo emergieron entre los mejores exponentes.
Los nombres y apellidos de los fundadores se reparten en un repaso que reconoce a los históricos. Desde el legendario Pascual Ramos, verdadero artífice durante décadas del crecimiento. Cerca suyo, los históricos “Coco” Gutiérrez y Aldo Franzosi. Alberto “Tito” Romani, fallecido antes que Ramos, también apoyó el impulso que llevó a Gutiérrez a fines de los ´60 a gestionar terrenos en Parque Camet, frente al mar, en cercanías de la Villa Marista.
Otros recordados, Norberto Paoletti, Eloy Gonzalez Larrea, llegado desde Buenos Aires. Talentoso entrenador que puso al equipo, en los ´60, en los planos más altos. Tiempos de “Pichón” Rodríguez, Carlos Roldán, hermanos Jorge y Hugo Cabarcos. Se verificó un tiempo de gloria de “guardavidas” y abogados, la síntesis que daba, por caso, un equipo de notables. De pronto el “ladrillero” Silvano Vial, con una pegada de 40 metros. El “tackle” del juvenil Hugo Cabarcos, distinguido por “La Maquinita”.
Entre los recuerdos afloró la etapa donde de “la Jóckey” pasaron a un lugar cedido por la familia Papolla, plena calle San Martín 2500. Así, vivieron “el tercer tiempo” en el momento más glorioso. Ganaron el torneo de Primera División en el ’67. Ganar por el amor al juego, teniendo todos ocupaciones, siendo empleados, algunos profesionales, la mayoría con familia, novias, esposas, hijos, buscando afirmarse desde lo económico, ubicaron al equipo en un fenómeno social “de época”.
La gesta tuvo a figuras que quedaron en la historia. Como Roberto García que por su físico imponente, 1.87 estatura, casi cien kilos, produjo impacto en la visita de los neozelandeses. Hasta lo quisieron llevar a Nueva Zelanda. En el ´66. “Roberto joven, con novia y proyectos de familia, no se animó”, comentó mucho después el anfitrión del grupo de “sobrevivientes”, el abogado penalista Jorge Cabarcos.
A propósito, entre las hazañas del rugby de Mar del Plata, imposible no evocar al seleccionado que ganó el Argentino del ´61. Con grandes actuaciones de Edgardo Ferrari, Luis “Bobo” Prieto, el apodado “Cascote” Olivera junto a Silvano Vial. Entre las leyendas del rugby local, el muy recordado “Loco” Roldán siempre dijo que Hugo Cabarcos tenía “un tackle único. Capaz de derribar con su 1.75 y 70 kilos a un mastodonte”, cosa que ocurrió.
“Llegaron Los Pumas con la gloria de la gira por Sudáfrica, doce jugados, casi todos ganados con el binomio Ángel Guastella-Alberto Camardón y vinieron a lucirse a La Feliz. Hicimos partido memorable. Nos ganaron con gran esfuerzo”, siguió Roldán.
“Siempre marqué en la vieja cancha de Camet donde Hugo (Cabarcos) derribó al gigante Aitor Otaño, uno de los líderes de Los Pumas. “Tackle” para la historia. Ya “La Maquinita” lo había consagrado. Pero hubo más”, continuó.
“Cuando terminó todo, el gran “Lucho” Gradín, capitán de “Los Pumas”, se acercó a Hugo para felicitarlo e invitó a participar de una gira con ellos. Lo tenían al nuestro en carpeta”, describió Roldán que admiraba a Hugo.
En Pueyrredón campeón, a no olvidarse de Alberto “Cacho” Bibbó, José “Pepe” Gialongo, Augusto “Indio” Gagliardi, Norberto “Picho” Fresno, Hugo Cangini, el gigante Oscar Fortunato bajo la conducción técnica y táctica del “sabio” Eloy (Larrea). Asimismo, los que llegaron del básquetbol, además de Fresno, ex Unión, el armenio Carlos Paklayán, Nicolás Dafnos y el inolvidable “León” Mayorano, quizá el más influyente en ambos deportes. Fallecido muy joven.
El drama vivido desde dicoembre de 2023 por la desgracia del exjugador del club Germán Fava, apenas 43 años, apodado “El Inglés”, hijo de Pueyrredón Rugby Club, tras recibir en acción infortunada una lesión de gravedad, cambió desde marzo el ánimo. La 5ta vértebra produjo la lesión “maldita” en el rugby: quedar cuadripléjico. Operación delicada. Internado en el Sanatorio Belgrano, a los 90 días falleció. Tenía dos hijas que jugaban al hockey en Pueyrredón.
La vida, el club, el deporte. La gloria y el drama. A veces por partes iguales.
*Columnista de La Señal Medios, Mundo Amateur, Agencia Nacional y Popular y AGN-Prensa.
30/5/2024
