Por Redacción
El Congreso de Perú decidió el último martes emitir su voto de confianza al gabinete encabezado por el primer ministro Alberto Otárola, dando la espalda a los reclamos populares mientras se incrementa la escalada represiva en manos del gobierno, que desde su conformación, el pasado 7 de diciembre tras la destitución de Pedro Castillo, le costó la vida a 45 personas.
Luego de la tregua de fin de año, miles de peruanos se volcaron a la calle para exigir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, así como el cierre del Congreso y la urgente convocatoria a elecciones. La respuesta del gobierno de Dina Boluarte, fue el incremento de los operativos represivos que han causado decenas de muertos y heridos.
Tan solo en dos semanas el gobierno, que cuenta con legalidad pero carece de legitimidad social, causó el asesinato de 28 personas en manos de la Policía Nacional y el Ejército Peruano. En este marco, el Congreso pretendió darle un respaldo a un ejecutivo conformado fuera de los márgenes democráticos con 73 votos a favor, 43 en contra y 6 abstenciones.
El conjunto de los bloques reaccionarios encabezados por Fuerza Popular, que responde al fujimorismo, votó a favor de darle un voto de confianza a la gestión de Otárola. En tanto, la izquierda mantuvo su postura de rechazo al gobierno de Boluarte. Finalizada la sesión parlamentaria, ciento de miles de manifestantes salieron a las calles a mostrar su disconformidad a los decidido en el recinto.
Durante la noche del martes hubo una masiva movilización desde el Palacio de Justicia hasta el Congreso. Del mismo modo centenares de personas se concentraron frente al comando conjunto de la Fuerzas Armadas para repudiar lo resuelto por los legisladores. En ese contexto, el gobierno profundizó la represión de la protesta social.
11/1/2023
