*Por Walter Castro
En el mes de noviembre del presente año se llevará a cabo en Glasgow, Escocia la cumbre del clima COP 26 y tendrá como país anfitrión al gobierno Británico nada menos, un gobierno que acaba de anunciarle al mundo que proyecta un incremento exponencial de sus ojivas nucleares en la presente década, un gobierno que dice empatizar con Yemen, pero le vende armas a los saudíes, también en el mismo discurso se afirma que la mayor presencia militar en nuestro continente tiene que ver con defender el principio de autodeterminación de los 3.500 habitantes de Malvinas.
Como así también luchar contra la corrupción y el crimen organizado en la región aunando intereses con Argentina, Colombia y Chile, de todas maneras parecen muchas ojivas igualmente, puede ser que desde esta organización gremial pecamos de no creerle absolutamente nada a Inglaterra, por lo cual tendemos a pensar que semejante despliegue tiene más que ver con controlar y subordinar a los dueños legítimos del 30 % de los bosques tropicales, 30 % de las reservas de agua potable y el 25 % de la tierra cultivable del planeta.
Los estados insulares del Pacifico enfrentan un nuevo y serio problema en la ONU: asegurar los derechos oceánicos de un área que alberga poblaciones de peces de miles de millones de dólares, sustanciales para sus economías. Los mares podrían subir hasta 1 metro (3.28 pies) en este siglo, producto del cambio climático y las altas mareas impulsadas por el derretimiento de hielo de la Antártida y Groenlandia sin dudas estos cambios harán variar las zonas económicas exclusivas de los estados insulares y lo que hasta hoy era la Z.E.E de un país pasara a ser considerado por las potencias como aguas internacionales.
Contextualizando, los diez Estados insulares y sus Z.E.E suman 40 millones de kilómetros cuadrados, más grande que el continente africano, sus capturas en el último año fueron de 2.9 millones de toneladas por un valor de 5.8 Mil millones de dólares y equivalen al 55 % de las capturas de atún a nivel mundial.
Los estados insulares del Pacífico han encarado en soledad este trabajo pionero para asegurar las fronteras marítimas, pero el aumento del nivel del mar va a redibujar las costas desde Bangladesh a Miami, los estados insulares se reconocen derechos entre sí pero no alcanza, los expertos legales descartan renegociar la CONVEMAR que tardo décadas en consensuarse y no lleva la ratificación de EE.UU.
Nosotros de ninguna manera podemos estar ajenos a estas movidas ya que en el Atlántico va a suceder algo similar pero con la Antártida que es parte fundamental del cambio climático.
Argentina considera a la región como una extensión de su provincia más austral, Tierra del Fuego, al igual que Malvinas, Sandwich y Georgias del Sur. Fuimos el primer país en instalar una base y declarar su soberanía allá por 1904, la base Orcadas es la más antigua en funcionamiento, solo tres países europeos reclaman posteriormente, Francia, Noruega e Inglaterra.
Reino Unido, quien ocupa ilegalmente las Islas Malvinas, hizo su propio reclamo en 1908 reclamando un territorio que abarca por completo al sector reclamado por Argentina, el resto de las demandas se basan en exploraciones realizadas por famosos exploradores antárticos a principios del siglo xx, el lugar denominado Polo Sur, ¿Por qué el Polo Sur geográfico no pertenece a nadie y nadie lo reclama. Será por qué es lo más alejado de las cuencas?
El 1° de diciembre de 1959 se firma un acuerdo internacional, originalmente por los siete Estados con pretensiones soberanas más otros cinco países Bélgica, Sudáfrica, Japón, Rusia y EE.UU a Estados Unidos lo aceptamos como parte, por haber sido anfitrión de la firma del tratado, con lo que se confirma que siempre caemos en esa dependencia miserable.
A pesar de que la prospección petrolera y minera están prohibidas por el tratado Antártico, por el mismo tratado si se puede “Explorar con fines científicos”.
Por estos mismos “fines científicos” sabemos de la existencia de los nódulos polimetálicos con que cuenta el continente blanco, tiene el 70 % de la reserva de agua potable del planeta, unas de las más diversas y cotizadas especies ictícolas en aguas adyacentes, de mayor cotización en Europa y Asia, uno de los lugares más aptos para la instalación de redes de inteligencia por la pureza de su aire y nitidez de su cielo, algo por lo que todos se acusan y todos niegan salvo dos países.
También sabemos que los expertos lograron estimar que bajo el suelo Antártico hay unos 200.000 millones de barriles de petróleo, mucho más producción que Kuwait o Abu Dabi.
El territorio es rocoso y congelado lo que hace muy costoso su explotación, eso se dijo hace muchos años cuando el apetito por los hidrocarburos no era el actual, hoy se sabe que mediante la explotación costa afuera se puede llegar a las cuencas y la pregunta será, con el agua borrando y corriendo los limites como perfilaremos nuestra discusión a futuro? No cabe en pensar mirar lo desarrollado por los estados del Pacifico? De todos modos este tratado vence en 2040 y como dijimos aquellos apetitos, no eran los actuales y no había tantas ojivas.
18/3/2021
*Secretario General del SANAM
