Por Redacción
El jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires flexibilizó el aislamiento social obligatorio en el preciso momento que se comenzaron a multiplicar los contagios de COVOD-19 en los territorios más pobres del distrito más rico del país. No asombra, que el hombre de la Gestión Cambiemos, corra detrás de agenda económica de la clase media porteña y menosprecie la vida de los más humildes. Más de doce años frente al jefatura de gobierno son testimonio suficiente para evidenciar la ausencia de políticas sociales y la desatención sistemática para con los sectores más vulnerables de la Ciudad Puerto.
El padre Lorenzo “Toto” de Vedia conoce muy bien los territorios de los más humildes, desde hace años desarrolla su tarea pastoral y social en la Villa 21-24 de Barracas. En diálogo con AGN Prensa Sindical señaló que “los vecinos tienen problemas estructurales profundos y en situaciones como la de esta pandemia se ponen de manifiesto y se profundizan problemas que existen, en algunos casos, desde hace muchísimo tiempo”.
Los curas villeros son vecinos del barrio, viven en la villa y trabajan constantemente en el acompañamiento de los más humildes. Para los habitantes de las barriadas no es fácil hacerse oír, el resto de la sociedad, aseguró el Padre Toto, suele escuchar las demandas de los más pobres “como quien oye el ruido de la lluvia, no como algo a lo que realmente hay que prestarle atención. Entonces, pasan cosas como estas, problemas estructurales de los cuales hablaba antes”.
El Padre explicó que “en la Villa 31 se había hecho un fuerte trabajo de urbanización, para después de las elecciones se pararon obras y eso hizo, entre otras cosas, que los vecinos estén sin agua, en gran parte de la villa, durante 28 días. Ramona (Medina, fallecida este último fin de semana) expresaba este malestar, lamentablemente murió de coronavirus y esto nos hace pensar lo importante que es escuchar a los más pobres”.
Este lunes el Comité de Crisis del Barrio Padre Mugica emitió un comunicado donde Organizaciones Populares y vecinos pidieron que se declare la emergencia sanitaria, habitacional y alimentaria. Al respecto el Padre Toto expresó: “Acompañamos el pedido de la declaración de la emergencia. Creemos que en todos los barrios hay pendientes obras de infraestructura, obras sin terminar y por supuesto, la situación alimentaria está muy complicada. Por ejemplo, acá hemos multiplicado la asistencia en comedores y las raciones en los merenderos que se arman para la gente, además del acompañamiento de muchos problemas sociales que tienen los vecinos como el pago del alquiler, la garrafa, etc.”.
La opinión pública suele ignorar lo que realmente ocurre en los barrios más necesitados, por lo general, los sectores más acomodados son hostiles y egoístas con estos vecinos. Los curas villeros viven esta situación en carne propia, huelen a oveja pero también sufren el padecimiento de sus vecinos. “Para asimilar lo que día a día ocurre en el territorio”, explicó el Padre, “nosotros, desde nuestra fe, hacemos la tarea que hacemos y nos unimos a los vecinos del barrio y también a los militantes que vienen de otro lado y sobre todo con la gente que se organiza en toda la parroquia”.
“Entendemos, primero, que la gente está acostumbrada y viene de historias de lucha permanentes por la subsistencia. Por otro lado aprendemos justamente de eso, porque los habitantes de la villa transformaron un lugar abandonado por el Estado y lo convirtieron en un barrio habitable, aprendemos de ellos que luchan contra viento y marea por su dignidad y la de los demás y eso da fuerza”, subrayó el Padre Toto de Vedia.
Aun pese a las adversidades constantes, el sacerdote manifestó que “además de todo lo difícil que vemos, observamos cosas que no se ven desde los medios o en general desde la opinión pública y que es la fuerza heroica, la labor heroica de todos los vecinos”.
El Padre puntualizó que “al principio la gente más acomodada estaba preocupada porque le tocaba a muchos de esos sectores – padecer la pandemia – ahora que les toca a los pobres me da la impresión, tengo miedo de que así sea, que ya no se los escucha con la misma preocupación, sino como diciendo: Bueno, ahora les toca a los pobres, que se arreglen. No quiero que pase eso”.
En el final de la charla el cura de los pobres aseguró: “Todo esto nos tiene que hacer dar cuenta que necesitamos una cambio, tenemos que ser mejores después esta pandemia. Tenemos que darnos cuenta que el solo progreso material e individualista no alcanza, nos salvamos entre todos o no se salva nadie. Siempre pensar en el otro ayuda a mejorar”.
18/05/2020