Por Redacción
La Cámara de Diputados de la Nación dio un paso decisivo al revertir los vetos libertarios a la Leye de Emergencia Pediátrica y a la normativo de Financiamiento Educativo. En una sesión especial, ambas iniciativas lograron mayorías calificadas y pasaron al Senado para su definición. El plan de auxilio para hospitales pediátricos, entre ellos el Garrahan, obtuvo 181 votos positivos, 60 negativos y 1 abstención. En tanto, la Ley que garantiza recursos para el funcionamiento de las universidades alcanzó 174 adhesiones, 67 rechazos y 2 abstenciones.
El proyecto pediátrico contempla partidas extraordinarias y una recomposición salarial atada a la inflación para médicos y enfermeros. La norma universitaria ordena ajustar los gastos de las casas de estudio según el índice de precios y reabrir la paritaria docente. Desde la Casa Rosada admitieron que el resultado significó un revés político. El oficialismo libertario quedó sin respaldo de los gobernadores que en otro momento habían sido socios legislativos.
En una clara maniobra destinada a sustentar una victoria política en la Cámara baja, el gobierno abrió la caja y repartió Aportes del Tesoro Nacional por $12.500 millones: Misiones recibió $4.000 millones, Entre Ríos y Santa Fe $3.000 millones cada una y Chaco $2.500 millones. La cifra superó con amplitud los $3.000 millones girados en agosto, pero la operación no prosperó.
La masiva movilización popular en Plaza Congreso fue determinante para meterle presión a las y los legisladores, serviles con el oficialismo, que hasta último momento especularon con su voto. En este contexto, ningún mandatario provincial se alineó públicamente con Javier Milei sobre la votación relacionada con la Ley de Emergencia Pediátrica. En un año electoral, los gobernadores decidieron nos confrontar con las demandas populares y se opusieron a los vetos de Milei.
La decisión del Congreso, en esta etapa, refleja la debilidad política del gobierno que decidió continuar con el rumbo trazado por la gestión libertaria. La a estrategia diseñada por personajes sin legitimidad social, como Karina Milei, Eduardo “Lule” Menem y Martín Menem, dejó al Ejecutivo en una posición delicada de cara a las elecciones de octubre. En tanto, la oposición logró mostrar músculo político y respondió al mandato popular que masivamente rechaza los vetos presidenciales.