Por Redacción
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) informó que el desarrollo humano atraviesa la desaceleración más prolongada desde que se tiene registro. La advertencia figura en el Informe sobre Desarrollo Humano 2025, que analiza el índice global de educación, salud e ingresos y anticipa un estancamiento generalizado en todas las regiones del mundo.
El trabajo lleva por título “Un llamado a decidir: personas y posibilidades en la era de la IA” y plantea que, tras las crisis de 2020 y 2021, el mundo no logró una recuperación sostenida. El informe señala que “durante décadas nos encaminábamos a vivir en un mundo con un desarrollo humano muy alto en 2030, pero esta desaceleración representa una amenaza muy real para el progreso global”.
Su autor, Achim Steiner, advirtió: “Si el pobre avance de 2024 se convierte en ‘la nueva normalidad’, los objetivos fijados para 2030 podrían demorarse durante décadas, haciendo del planeta un lugar menos seguro, más dividido y más vulnerable a las perturbaciones económicas y ecológicas”.
Desde 1990 no se registraba un avance tan débil fuera de contextos excepcionales. Según el informe, por cuarto año consecutivo se amplió la desigualdad entre los países con índice de desarrollo humano alto y bajo. Esa tendencia revierte años anteriores de progresiva convergencia.
El informe identificó varios factores que agravan el escenario: las tensiones comerciales, el empeoramiento del endeudamiento en los países más frágiles y una industrialización que no genera empleo. Frente a ese panorama, el informe propuso explorar nuevas estrategias para el desarrollo y consideró a la inteligencia artificial (IA) como una herramienta posible, aunque no exenta de riesgos.
“En medio de esta agitación global debemos explorar de manera urgente nuevas fórmulas para impulsar el desarrollo”, dijo Steiner y explicó que “ante el rápido avance de la IA en tantos y tantos ámbitos de nuestras vidas, es preciso considerar su potencial para el desarrollo. Casi cada día surgen nuevas capacidades y, si bien la IA no es ninguna panacea, las elecciones que hagamos encierran el potencial de reavivar el desarrollo humano y abrir el camino a nuevas vías y posibilidades”.
El trabajo incluyó una encuesta internacional que mostró expectativas moderadas y una visión optimista sobre los efectos de la IA en el trabajo. El 60 % de los consultados cree que la tecnología generará nuevas oportunidades laborales. Entre los países con menor desarrollo, el 70 % espera un aumento de productividad, y dos de cada tres personas prevén usar IA en sectores como salud, educación o empleo en el próximo año.
Pedro Conceição, director de la Oficina del Informe sobre Desarrollo Humano, sostuvo que “las decisiones que tomemos en los próximos años definirán el legado de esta transición tecnológica para el desarrollo humano”. Afirmó que “con las políticas adecuadas y el foco en las personas, la IA encierra el potencial de servir de puente hacia nuevos conocimientos, habilidades e ideas capaces de empoderar a todos, desde agricultores hasta pequeños empresarios”.
El informe propuso actuar sobre tres ejes: impulsar una economía que complemente el trabajo humano con IA, garantizar que el diseño y uso de esa tecnología se apoye en decisiones humanas, y reformar los sistemas educativos y sanitarios para enfrentar los desafíos del siglo XXI.
6/5/2025
