Por Redacción
La Organización Internacional del Trabajo lanzó el pasado jueves el Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil en América Latina y el Caribe, la misma convocó a Presidentes, representantes de diversos gobierno, trabajadores y organizaciones civiles. El objetivo de la campaña es “redoblar esfuerzos para evitar que la crisis de la COVID-19 se traduzca en un retroceso en los avances logrados”.
Guy Ryder, Director General de la OIT, expresó “este Año Internacional no se trata de hablar, se trata de hacer. Pedimos a todos que se comprometan para que tengamos mayores posibilidades de lograr nuestra ambiciosa meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): eliminar el trabajo infantil para 2025”.
El funcionario destacó que “el aumento de la pobreza y la caída de los ingresos familiares, el cierre de las escuelas, y el aumento de las vulnerabilidades, son factores que pueden contribuir a incrementar el trabajo infantil”.
La OIT puntualizó que ” en los últimos 25 años América Latina y el Caribe logró importantes avances pues 9,5 millones de niños, niñas y adolescentes dejaron de trabajar, especialmente en actividades peligrosas. Sin embargo, antes de la pandemia aún había 10,5 millones en trabajo infantil”.
Según estimaciones de la OIT y CEPAL dadas a conocer en junio del 2020, 300.000 niños y niñas podrían regresas a situación de trabajo infantil debido al impacto de la crisis. En tal sentido, Vinícius Pinheiro, Director de OIT para América Latina y el Caribe, expresó que “en vista del recrudecimiento de la emergencia sanitaria, la prolongación de medidas especiales de confinamiento y distanciamiento, y la persistencia de la crisis en estos últimos meses, esa situación está empeorando”.
“Estamos frente a un problema multicausal que requiere respuestas de índole económico, social, político y también cultural, para transformar patrones que perpetúan visiones y percepciones de la infancia y la adolescencia que limitan su potencial y su capacidad de proyectarse”, remarcó.
En tal sentido, Pinheiro explicó que “conocemos el problema, sabemos lo que funciona para resolverlo. Es tiempo de actuar decididamente, con políticas y presupuestos suficientes para preservar lo que hemos logrado y en vez de retroceder, seguir adelante en el objetivo de eliminar el trabajo infantil” y concluyó que “frente a este problema la indiferencia es una forma de complicidad”.
12/2/2021
