Por Redacción
La Selección Argentina que encabeza Lionel Scaloni se consagró campeona de la Copa América al vencer 1-0 a Colombia en tiempo extra, en el Hard Rock Stadium de Miami Gardens, Florida. Este triunfo no solo añadió un título más a las vitrinas de la selección Albiceleste, sino que también consolidó su posición como la más ganadora en la historia del torneo, con un total de 16 campeonatos.
La victoria de Argentina es doblemente histórica. No solo superó a Uruguay, que cuenta con 15 títulos, y a Brasil, que tiene 9 campeonatos, sino que también logró una hazaña sin precedentes en el fútbol sudamericano: ganar de manera consecutiva la Copa América, la Copa Mundial de la FIFA y nuevamente la Copa América. Ningún otro equipo de la región ha logrado semejante triplete.
A lo largo de su rica historia en la Copa América, Argentina ha dejado su marca con impresionantes récords. Es la única selección que ha obtenido un tricampeonato (1945, 1946 y 1947) y registró algunas de las mayores goleadas en la historia del certamen que incluye un 12-0 contra Ecuador en 1942 y un 11-0 frente a Venezuela en 1975.
En el ranking de títulos, Paraguay, Chile y Perú siguen con dos campeonatos cada uno, mientras que Colombia y Bolivia han ganado una sola vez. Con este nuevo logro, Argentina refuerza su dominio en el fútbol continental y refuerza un ciclo inolvidable para los hinchas de la albiceleste en todo el mundo.
El planteo táctico de Colombia se sustentó en una marca con presión alta sobre la salida del equipo argentino. Sin embargo, más allá que mantuvo por momentos la posesión de la pelota no logró profundizar su juego y lastimar al equipo argentino. Scaloni ajustó posiciones en el equipo y éste se acomodó con el correr de los minutos parándose en la mitad de cancha para salir rápido en recuperación de pelota.
Argentina se convirtió en dominador a partir de la segunda etapa, donde Colombia casi no pateó al arco. Los colombianos no supieron aprovechar el impacto que produjo la salida de Messi, quien sufrió una lesión en un tobillo derecho. Por el contrario, los dirigidos por Scaloni redoblaron los esfuerzos y generaron oportunidades para llevarse el partido en los ’90 minutos.
En el tiempo extra todo fue celeste y blanco. Argentina no solo superó a Colombia futbolísticamente sino también físicamente. Si bien el cotejo fue cerrado una jugada típicamente argentina produjo el quiebre. Recuperación y salida rápida de mitad de cancha con Paredes, pase limpio a Lautaro Martínez, devolución corta, pase de Paredes a Lochelso, que saca un toque milimétrico entre los centrales colombianos hacia Lautaro Martínez, quien en velocidad ganó la posición quedó mano a manos con el arquero y definió fuerte y al medio.
La Selección demostró que jugar bien al fútbol no es solo lucirse con pases cortos. El equipo entiende muy bien los climas de los partidos y mete cuando tiene que meter. Así se llevó este nuevo título: Con buen fútbol por momentos y con templanza por otro. El Campeón del Mundo ratificó lo hecho en Qatar y consolidó así una nueva mística nacional en el fútbol, dándole una identidad que parece inquebrantable al equipo. En Estados Unidos la mística se hizo total.
El dato dramático de la jornada lo puso la organización del torneo. La entrada al estadio fue caótica y violenta. La Conmebol, más preocupada por el negocio por la seguridad de los espectadores expone una y otra vez su incapacidad para llevar adelante este tipo de eventos. Del mismo modo, en Estados Unidos parecen ignorar en profundidad lo que significa un torneo de estas características. El problema es que el titular de la entidad, Alejandro Domínguez, parece no comprenderlo tampoco.
15/7/2024
