Por Redacción
Javier Milei vetó la Ley de Financiamiento Universitario a través del Decreto 879/2024, publicado este jueves en el Boletín Oficial, apenas horas después de la masiva multitudinaria movilización recorriera las calles de todo el país en defensa del presupuesto para la educación pública. El mandatario reiteró los argumentos que expuso en los últimos días en relación a la defensa del déficit cero.
El presidente destacó que el proyecto aprobado por el Congreso “no cuenta con previsión presupuestaria ni recursos a utilizar para su financiamiento, acarrea problemas técnicos que imposibilitan su implementación ordenada, y afecta de manera tangible los objetivos de política económica fijada por el Gobierno Nacional”.
Para el gobierno, la implementación de la ley implicaría un gasto adicional de aproximadamente $811.569.000.000, una cifra que, según el propio texto, sería insostenible para las arcas públicas en el contexto económico actual. Milei argumentó que “se podría llegar a interpretar erróneamente que el impacto total del proyecto consistiría en un total de un billón quinientos dieciséis mil novecientos cuarenta y cuatro millones seiscientos setenta y cinco mil sesenta pesos”, una afirmación que algunos economistas consideraron exagerada.
El veto no solo fue un golpe directo a la comunidad universitaria, sino que también profundizó las críticas al oficialismo, tal como se observo el pasado miércoles durante la Marcha Federal Universitaria. El recorte, denunciaron distintas organizaciones políticas, sociales y sindicales, es una maniobra para desfinanciar las universidades públicas y limitar el acceso a la educación superior.
El decreto que oficializó el veto fue firmado por Javier Milei y un grupo clave de sus colaboradores: Guillermo Francos, Sandra Pettovello, Luis Caputo, Diana Mondino, Patricia Bullrich, Mario Lugones, Federico Sturzenegger y Mariano Cúneo Libarona, todos alineados con la política económica. y social que impulsa la administración.
El veto de esta ley no solo cierra una posibilidad de financiamiento crucial para las universidades, sino que se inscribe en una serie de medidas que han sido vistas por muchos sectores sociales como un ataque a la educación pública ya la autonomía universitaria. El panorama para las universidades argentinas se torna más incierto, en medio de un conflicto que promete seguir escalando.
3/10/2024