Por Redacción
El gobierno de Javier Milei confirmó que el bono que perciben quienes cobran la jubilación mínima continuará en $70.000 durante junio. La medida quedó oficializada en el decreto 367/2025, donde se ratificó el recorte a los ingresos de quienes menos tienen. A través de la resolución 237/2025, la ANSES dispuso una suba de solo 2,8% para los haberes, equivalente a la inflación de abril. Con este ajuste, el monto mínimo pasó a ser de $304.723,93. Sumado al bono, el total no supera los $374.723,93.
Si el Gobierno hubiera actualizado el bono por inflación, su valor habría alcanzado los $158.000. La diferencia marca una pérdida real para millones de jubiladas y jubilados. El bono permanece congelado, mientras el costo de vida se disparó y los medicamentos duplicaron sus precios en los últimos meses. En el Congreso existen proyectos para ajustar el bono, pero el oficialismo impide su tratamiento al bloquear el quórum necesario.
La decisión de no debatir una mejora del ingreso previsional refuerza el rumbo del ajuste: la licuación como única política hacia el sistema jubilatorio. En contraste con el haber mínimo, el monto máximo alcanzó los $2.050.503. La base imponible mínima se fijó en $102.630,97 y la máxima en $3.335.458,18. La Prestación Básica Universal quedó en $139.397,29 y la Pensión Universal para el Adulto Mayor en $243.779,14.
El gobierno libertario consolida así un esquema en el que la inflación se utiliza como herramienta para reducir el gasto previsional a costa del deterioro del poder de compra de los sectores más postergados. Mientras los jubilados pierden frente a la inflación, el ajuste fiscal sigue premiando a los sectores más concentrados.
30/5/2025
