Por Redacción
En el marco de la inauguración de la 137° Exposición Rural, el representante del capital anti-nacional, Javier Milei, anunció una reducción permanente de retenciones para el sector agropecuario y anunció que vetará las leyes promulgadas por el Senado de la Nación que implican un incremento de las jubilaciones del 7,2 % Rodeado por Luis Caputo y Karina Milei, el libertario se dirigió a los grandes terratenientes fanáticos de Martínez de Hoz y de del capital concentrado.
Durante el acto, que se llevó acabo en el predio de La Rural, Milei confirmó que las retenciones a la carne aviar y vacuna pasarán del 6,75% al 5%; el maíz de 12% a 9,5%; el sorgo de 12% a 9,5%; el girasol de 7,5% a 5,5%. Del mismo modo, señaló que “en el caso de las retenciones a la soja, bajarán del 33% al 26% y a los subproductos de soja de 31 a 24,5%”.
“Esto significa una reducción de retenciones de las alícuotas para las cadenas de granos de 20% y de las cadenas de ganado y carnes del 26%, las cuales serán permanentes y lo que busca dar impulso al campo, el sector con mayor productividad de la economía”, sostuvo el liberal.
Nicolás Pino, titular de la Sociedad Rural, celebró la decisión oficial al calificar las retenciones como “un flagelo para el bien común, traba el desarrollo del país” y reclamó su eliminación total. En esa línea expresó que “el Estado se beneficiaría porque recaudaría a través de impuestos que ya existen y son proporcionales a la producción”.
Mientras consolidó ventajas impositivas para el agro concentrado, Milei lanzó un ataque directo contra jubilados y pensionados. Apuntó contra los legisladores que aprobaron un aumento del 7,2% para haberes previsionales y la prórroga por dos años de la moratoria previsional. Afirmó: “Por supuesto que vamos a vetar estas leyes. Lo que realmente buscan es exterminar a los pobres y a los jóvenes con otra suba de inflación, son genocidas del futuro”.
En ese contexto, fustigó al kirchnerismo y reivindicó a Sarmiento. En su anacrónico discurso reiteró que su gobierno bajó la pobreza y la inflación, aseveró que eso es «hacer Patria». En contraposición, citó un pasaje de la Torá y aseguró que su proyecto está impulsado por el apotegma «civilización o barbarie». Durante su diatriba, justificó el recorte de ingresos públicos y la transferencia de recursos hacia la oligarquía rural: “Nuestro norte es un proyecto a largo plazo, donde el Estado se dedique a sus funciones esenciales y el sector privado pueda explotar al máximo su capacidad creativa”.
Tal como lo había hecho delante de los exponentes del capital especulativo en el Jockey Club, Milei ratificó el rumbo político e ideológico su administración, repuso datos falaces de su modelo y reivindicó el ajuste como justificativo para fustigar el rol del Estado y de las políticas que avalan la Justicia Social. En tal sentido, puntualizó que “hoy existen sólo dos modelos de país, el de la libertad y el representado por los partidos del Estado. Esto no es una cuestión a medias, cualquier camino intermedio también lleva al colectivismo”.
En este acto, quedó en evidencia que la política del actual gobierno responde a la histórica renta agroexportadora y sacrifica ingresos previsionales para blindar privilegios de la oligarquía rural y los grupos exportadores, así como a los del capital financiero. Volvió a evidenciar su tosco alineamiento geopolítico con Israel y Estados Unidos. Por otro lado, acentuó la caracterización violenta de su gestión en relación a al guerra económica que impulsa.