Por Redacción
El vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció que el Gobierno decidió abandonar la Organización Mundial de la Salud (OMS) tras revisar su participación en el organismo. La decisión se justificó en las “profundas diferencias respecto a la gestión sanitaria, especialmente durante la pandemia” y en la “falta de independencia” de la entidad internacional.
Durante su habitual conferencia de prensa, Adorni afirmó: “El presidente Milei instruyó al canciller Gerardo Werthein para retirar la participación de la Argentina en la Organización Mundial de la Salud”. Según explicó, la medida se tomó en línea con la decisión de Donald Trump de retirar a Estados Unidos del organismo.
Sin asidero científico el gobierno libertario sostuvo que las recomendaciones de la OMS y la gestión del exmandatario Alberto Fernández llevaron al “encierro más largo de la historia de la humanidad” y reflejaron una “clara influencia política de algunos Estados”. En ese sentido, Adorni falseó: “Los argentinos no vamos a permitir que un organismo internacional intervenga en nuestra soberanía, mucho menos en nuestra salud”.
El vocero aseguró que la OMS no aporta financiamiento a la Argentina, por lo que la decisión “no representa pérdida de fondos para el país ni afecta la calidad de los servicios”. Sostuvo además que la medida brindará “mayor flexibilidad para implementar políticas adaptadas al contexto e intereses que requiere la Argentina” y permitirá “mayor disponibilidad de los recursos”. Finalmente, concluyó: “Lo dijo el Presidente: las decisiones en Argentina las toman los argentinos”.
A través de un comunicado, el Gobierno argumentó que la OMS “falló en su mayor prueba de fuego” al impulsar “cuarentenas eternas sin sustento científico” durante la pandemia de Covid-19. Según la administración libertaria, “las cuarentenas provocaron una de las mayores catástrofes económicas de la historia mundial y, acorde al Estatuto de Roma de 1998, el modelo de cuarentena podría catalogarse como un delito de lesa humanidad”.
“Hoy la evidencia indica que las recetas de la OMS no funcionan porque son el resultado de la influencia política, no basadas en la ciencia”, señaló el Ejecutivo en el documento. Además, acusó al organismo de “confirmar su inflexibilidad para cambiar su enfoque” y de “continuar asumiendo competencias que no le corresponden”. En la misma línea, cuestionó la existencia de “organismos supranacionales que no cumplen con los objetivos para los que fueron creados, se dedican a hacer política internacional y pretenden imponerse por encima de los países miembro”.
La salida de la OMS era una posibilidad que ya se analizaba en la Casa Rosada, pero que cobró mayor impulso tras el triunfo de Donald Trump. Según fuentes oficiales, el cambio de gobierno en Estados Unidos le dio a la gestión libertaria el respaldo necesario para avanzar con la decisión. Sin embargo, en el Ejecutivo también estudian las implicancias jurídicas de una eventual salida de otros organismos multilaterales.
Entre las entidades bajo la lupa figuran la Organización Mundial del Comercio (OMC) y el Mercosur, a las que el Gobierno considera un obstáculo para cerrar un tratado de libre comercio con Estados Unidos. En la Casa Rosada analizan la posibilidad de abandonar el Acuerdo de París. Según fuentes oficiales, la gestión de la OMS durante la pandemia es un tema que le genera especial preocupación y agregaron que el mandatario busca “investigar las barbaridades que se hicieron durante la cuarentena”.