Más de 2.200 millones de personas en el mundo no tienen agua potable ni saneamiento seguro

Por Redacción

El agua ocupa un lugar central en el desarrollo sostenible y es esencial para la energía, la producción de alimentos, los ecosistemas y la supervivencia humana. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha señalado que el agua constituye un vínculo decisivo entre la sociedad y el medioambiente, y es fundamental para la adaptación al cambio climático.

La ONU subrayó la dimensión de derechos del recurso hídrico: «Todos los seres humanos tienen derecho a tener acceso a una cantidad de agua suficiente para el uso doméstico y personal, segura, aceptable y asequible», destacó  la Asamblea General de las Naciones Unidas al reconocer oficialmente este derecho en julio de 2010. La recomendación incluye un rango de entre 50 y 100 litros por persona y día, con un coste que no debería superar el 3 % de los ingresos del hogar, y la fuente de agua debe estar a menos de 1.000 metros del hogar.

El acceso al saneamiento adecuado es igualmente crítico. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF indicaron: «Unas mejores condiciones de agua, saneamiento e higiene podrían salvar la vida de 1,4 millones de personas al año y evitaría la muerte diaria de 1.000 niños menores de 5 años». Sin embargo, 2.200 millones de personas carecen de servicios de agua potable gestionados de forma segura y 3.500 millones carecen de servicios de saneamiento apropiados, incluidos 419 millones que practican la defecación al aire libre.

El manejo del agua también tiene un fuerte impacto ambiental y económico. Según ONU Agua, el 80 % de las aguas residuales retornan al ecosistema sin ser tratadas o reutilizadas, y la OMS precisa que el 44 % de las aguas residuales domésticas no se tratan adecuadamente, perjudicando la salud humana y los ecosistemas. La FAO calcula que el 72 % de toda el agua dulce extraída se destina a la agricultura.

El estrés hídrico afecta aproximadamente al 10 % de la población mundial, según la FAO y ONU-Agua, y los desastres relacionados con el agua constituyen el 70 % de todas las muertes por eventos naturales en los últimos 50 años, según el Banco Mundial.

El Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 de la ONU apunta a garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible, así como el acceso al saneamiento para todos. Lograr este objetivo impactará directamente en otros ODS, incluyendo la salud, la educación, el crecimiento económico y la preservación del medio ambiente.

Compartir en redes sociales

Compartir
Compartir
Compartir
Compartir
Compartir
Compartir