Por Redacción
El Consejo Directivo de la Confederación General del Trabajo recibió el último sábado la visita del exmandatario del Brasil, Luiz Inácio “Lula” da Silva y la del expresidente del Uruguay, José “Pepe” Mujica. Con el salón Felipe Vallese colmado de dirigentes sindicales, ambos líderes regionales disertaron sobre el pasado, el presente y el futuro político del continente, así como sobre el impacto de la tecnología en la matriz cultural de los pueblos de América Latina. En ese contexto llamaron a la unidad de las y los trabajadores de región.
En ese marco, Mujica señaló que “no estamos en una época de cambio, sino que estamos en un cambio de época. El mundo está cambiando y el partido del futuro no lo juega solo el capital sino, además, la propiedad del conocimiento. Tenemos que subirnos al desarrollo porque necesitamos un futuro para meter en la cabeza de nuestros hijos o serán eterna y definitivamente dependientes”.
Al mismo tiempo, advirtió: “Guay de esos países que no tengan talento de defender y apropiarse de ese recurso que es la propiedad de la inteligencia sobre el futuro. Esto significa que hay que empezar a tener una visión geocontinental, que no la tenemos”.
El ex-Jefe de Estado de Uruguay, remarcó que “tenemos que darnos cuenta que estamos viviendo una época particular y distinta de la historia humana. Ese cambio significa que nuestras universidades se tienen que multiplicar. Que por eso nuestra juventud necesita calificación terciaria y que en lugar de desparramar tanta riqueza en lujos innecesarios tenemos que meterla en la cabeza de nuestros jóvenes”.
Por otro lado, puntualizó que ese “es un compromiso para los trabajadores, para los propietarios, para los burgueses, para la derecha, para la izquierda y para el centro y nadie tiene que abdicar de lo que piensa”.
Durante su discurso en la CGT, Pepe Mujica, destacó que “hay una batalla que es de carácter continental, ¿por qué? Porque hemos avanzado enormemente en tecnología, pero humanamente estamos estancados. A veces parecemos un mono con una ametralladora, la tecnología es punta pero nosotros somos cuasi semi analfabetos. Por eso, si no se apela a los trabajadores como fuerza de cambio no podemos seguir pidiéndole discurso al pasado de problemas que son del porvenir”.
Por último, remarcó: “La juventud no está en la piel, la juventud está en sacudir la modorra de nuestro cerebro y de entender que la plataforma del futuro necesita respuestas diferentes. No estén de acuerdo conmigo, pero ustedes piensen que es el homenaje que le tengo que hacer a este formidable templo de la historia del pueblo argentino”.
A su turno, Lula da Silva, sostuvo que en la actualidad “una cosa que me llama la atención, es el hecho de que Brasil y Argentina sean dos países tan importantes en América del Sur y estuvieron tantos años alejados, dándose la espalda los unos a los otros, haciendo de las diferencias la gran causa de la discusión”.
El líder de las y los trabajadores brasileños, expresó que “el tiempo que estuve preso no fue un tiempo de sufrimiento. Fue un tiempo de reflexión. Pensé mucho en lo que había hecho en el Movimiento Sindical, pensé mucho en lo que había hecho durante la Presidencia de la República, pensé mucho en las luchas que hicimos durante años y años y pensé que casi estaba concretando el sueño de mejorarle la vida al pueblo brasileño, que las personas desayunaran, almorzaran y cenaran y que las personas pudieran tener un trabajo y un salario digno”.
“Imaginé que los hijos de los pobres podían entrar a las universidades. Hijas de empleadas domésticas estudiaban medicina, hijos de albañiles estudiaban ingeniería. Parecía que estábamos conquistando la realización de un sueño inmenso para mi pobre país”, reflexionó.
Lula, aseguró que “casi, como si fuera un toque de magia, se desarmó todo eso. Se desarmó por una secuencia de mentiras contadas por la prensa brasileña, contadas por la élite brasileña, contadas por nuestros adversarios políticos y por primera vez asumidas por el Poder Judicial representado por el Ministerio Público, que decidió intentar destruir la democracias, a los partidos políticos, al hacer que la sociedad no creyera en el Congreso, no creyera en la Corte Suprema, ni en la clase política”.
Acto seguido, Lula analizó: “Para que tengan una idea este comportamiento realizado por el Ministerio Público, por la prensa brasileña, provocó una pérdida de 4 mil 400 millones millones de puestos de trabajo. Prácticamente 272 mil millones de reales dejaron de ser invertidos en la economía brasileña, haciendo que llegáramos a tener el 15 % de nuestra población económicamente activa en la precariedad”.
En ese orden, agregó que “es importante recordar que cuando asumió la Presidente Dilma Rousseff teníamos apenas el 4 % de desocupación en Brasil, hoy tenemos el 15 %. Tenemos 33 millones de personas que trabajan en el sector informal y tenemos otros 6 millones de personas que ya desistieron de buscar empleo porque no logran encontrarlo y al mismo tiempo, tenemos 19 millones de personas pasando hambre. Y 116 millones de personas con problemas de inseguridad alimentaria”.
De acuerdo al diagnóstico planteado, Lula argumentó, “tenemos un desafío que es discutir qué tipo de sindicalismo vamos a hacer, que tipo de empleo vamos a generar, qué tipo de Estado va a cuidar a nuestro pueblo, el Estado tiene la obligación de cuidar a aquellos que no tuvieron la oportunidad de tener formación. El Estado tiene la obligación de acoger a los más necesitados”.
“Por eso gana importancia la democracia, porque es la democracia la que genera la posibilidad de elegir personas, es la democracia la que nos va a permitir elegir personas que tienen un compromiso con lo que son las aspiraciones del pueblo trabajador”, subrayó.
En ese escenario planteó que “en marzo voy a discutir si vuelvo a la presidencia de Brasil, quiero que sepan que si vuelvo va aumentar nuestra relación con Argentina. Vamos a trabajar para crear un bloque político, económico y cultural para que podamos juntos enfrentar la guerra fría que Estados Unidos está intentando establecer con nosotros. No queros más Guerras Frías”.
Sobre el final de su intervención llamó a la dirigencia sindical a involucrarse en política para que esos espacios no sean ocupados por “la patronal” porque “nosotros queremos más trabajo, más educación, queremos más oportunidades, queremos más respeto porque queremos ser más libres”.
13/12/2021