*Por Redacción
La situación de los trabajadores del Estado, en diversas áreas del mismo, es crítica. El Gobierno ha decido profundizar el ajuste. El caso resonante de la semana son los más de 300 puestos de trabajo que se perdieron en el Ministerio de Agroindustria.
Desde ATE SENASA Martínez los trabajadores indicaron que “cuando se habla de despidos, no se habla, solamente, de gente que se queda sin laburo. Se habla del vaciamiento del Estado, de la ausencia casi total del Estado” y añadieron que el gobierno neoliberal “se dedicaron a fabricar la imagen del laburante estatal: Ñoqui, vago, corrupto, inútil, algunas de las características que nos vienen adjudicando, a todos por igual”.
“Al SENASA, organismo dependiente del Ministerio de Agroindustria, lo están vaciando. Quitan controles y funciones que no puede ni debe realizar ningún otro sector”, denunciaron los trabajadores organizados en ATE.
Por otro lado destacaron la labor que se realiza desde el organismo estatal: “SENASA regula los alimentos desde su inicio. Desde el campo, pasando por lo que comen la totalidad de los animales, llegando a las faenas y los frigoríficos, Hace no mucho tiempo atrás, esta gestión quitó los controles de los frigoríficos, anuló registros de los campos, quitó controles de enfermedades tanto en campos como en fábricas”.
Los trabajadores y trabajadoras del Estado manifestaron que “echaron 130 personas el 29 de diciembre de 2017, hoy nos dicen que serán 380 más. Nos meten miedo y se pasean sonrientes por los pasillos como si hubiesen ganado la guerra. Amedrentan con prácticas morbosas, pero no desconocidas. Quieren que nos saquemos los ojos entre nosotros, para así cumplir, de manera más fácil, con el mandato de vaciar, deshuasar, el organismo”.
“No somos generadores de formularios, no somos burácratas de culo aplastado. Somos trabajadores que todos los días nos enfrentamos a situaciones de mierda, velando por lo logrado, generando procesos, procedimientos, controles. El problema de los despidos, no son solo los despidos, que ya es decir un montón, es salud pública”, concluyeron los estatales.
