*Por Walter Castro
La visita de Alberto Núñez Feijoó, presidente de la Xunta de Galicia y de la Sra. Rosa Quintana Consejera del Mar, lejos de parecernos digna de reproche, debe ser tomada como un gran aprendizaje. Si hasta acá todo lo referente a pesca nos parecía negativo debemos ver y reconocer que la culpa es netamente de este Estado postrado frente al poder de las corporaciones multinacionales.
La visita en cuestión arrancó de manera promisoria ya que los responsables del área española reconocieron a los medios que el “músculo económico que significa la pesca a 13.000 km del viejo continente a través de sus “filiales”, muchas de las cuales hoy responden a fondos de inversión americanos, más la necesidad de renovación de la flota de más de 30 metros de eslora, que opera en el Atlántico Sur”. Con esas afirmaciones lo único que tenían que hacer nuestros legisladores era empezar, ahora sí, una política arancelaria acorde a los dichos de los ilustres visitantes.
Si el presidente de la Xunta de Galicia declaró que “GALICIA” se sitúa como “una potencia pesquera mundial, por delante de Japón e Islandia, al acreditar exportaciones por más de 2.200 millones de euros”. Si las empresas son exitosas, a través de la pesca en sus filiales, y manifiestan la necesidad de recambiar flota, entonces era necesario legislar en consecuencia tomando como norte el artículo 1° de la Ley Federal de Pesca.
Alguien advirtió que se estaba dejando de lado la posibilidad de legislar tomando como parámetro la explotación de los recursos naturales para hacer los buques en el país o pagar un arancelamiento fuerte que sirva de paliativo a la tan golpeada Industria Naval, pero no. En lugar de eso se desreguló el arancelamiento para las construcciones importadas. También se adquirió un compromiso de construcción por 2.500 millones de dólares, de los cuales la mitad podrá ser construido en “Galicia”.
Por eso desde nuestra organización gremial afirmamos: Que se llevaron más de lo que vinieron a busca”. En el ámbito de la renovación de la flota la previsión que tienen es la de construir barcos por un importe de 2500 millones de dólares, entendiendo que la mitad, aproximadamente, de esa cartera de pedidos se podrán construir en astilleros gallegos”. De esta manera se confirmó que el acuerdo de rebaja del 14 % al 7 % de los aranceles para la construcción de barcos de más de 30 metros que se hagan fuera de Argentina.
El mismo día de la visita los trabajadores del pescado tomaban las instalaciones de la Secretaría de Trabajo de la Nación, en Mar del Plata. En su desesperación no reclamaron solamente trabajo, sino que pidieron bolsones de comida. Por esas horas el ministro del área le aseguró, al representante de la Xunta, que no se iban a producir cambios en la política pesquera ni de asignación de cuotas.
Dado que están garantizadas las pesquerías creemos firmemente que se debe hacer un repaso del régimen de asignación. No se puede pensar que todo está bien cuando estamos mandando la materia prima semielaborada en las factorías, o a terminar de procesar en las plantas de Vigo, que pertenecen al mismo Estado al que les desregulamos el arancelamiento para la construcción de buques. En un día le pegaron un tiro de gracia a los trabajadores del sector naval y fasoneros.
Feijoo se congratuló por que la continuidad de la pesca del langostino esté garantizada, con una vocación de permanencia para los próximos 15 años. Recordó que el resto de las pesquerías continuarán como hasta el momento, ya que hasta el 2024 están también se encuentran garantizadas.
Si nos permitieran hacer los barcos, si el producto no se lo llevaran al Sud este Asiático a elaborar, si no lo enviáramos a Vigo a procesar, si le diéramos una cuota equitativa a la factoría como al buque que trae el producto a procesar en tierra, si tuviéramos un trato equitativo con las empresas nacionales como con las que dependen de fondos de inversión que cotizan en Wall Street y desalentáramos la concentración obscena de cuotas que vemos hoy, ¿Cómo y cuánto redundaría en el trabajo y en la vida diaria, al menos, en la Ciudad de Mar del Plata?
Ya se permitió que emigrara la industria del fresco en gran parte del año. Por ejemplo, hoy los fileteros ven cada vez más acotada su posibilidad laboral, a eso sumémosle la Industria Naval. Pensemos estas cuestiones cuando le pedimos al Estado que con NUESTRA PLATA no de asignaciones o planes.
Debemos exigir a ese Estado que no nos modifique nuestra realidad laboral en detrimento del trabajo nacional, favoreciendo a los empresarios y trabajadores “europeos. Esa también es nuestra plata.
Feijoo se interesó y se logró llevarse promesas con lo referido a la exploración petrolera en las aguas donde operan las empresas gallegas, sin pedirlo se llevó el “siempre escuchar al sector pesquero”.
El Presidente de la Xunta y el Ministro de Pesca abordaron, en la misma reunión, el interés de Argentina de explorar las posibilidades de en sus costas garantizando siempre el compromiso de escuchar al sector pesquero. Si bien, el Ministro precisó que esas prospecciones posibles no afectarían a los bancos de langostino, pota y merluza en los que están faenando las empresas gallegas.
Por eso repudiamos este tipo de visitas con injerencia manifiesta, que nos retrotraen a las épocas de virreinato, etapa oscura de nuestra historia, pero etapa de la cual los argentinos también supimos salir.
*Secretario General del Sindicato de la Actividad Naval Mar del Plata.
