Por Redacción
Los devastadores incendios forestales que afectaron el condado de Los Ángeles causaron la muerte de al menos cinco personas y la destrucción de más de 2.000 edificios, mientras que miles de habitantes fueron evacuados. Las llamas, que se desataron en Pacific Palisades el martes por la mañana, se propagaron rápidamente debido a los fuertes vientos de Santa Ana, lo que provocó que el fuego alcanzara otras zonas como Altadena y Pasadena.
La magnitud de los incendios, descrita por expertos como una de las más destructivas en la región en los últimos años, obligó a una respuesta inmediata de las autoridades federales. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, suspendió su viaje a Italia y declaró a California como una “zona de desastre mayor”, ordenó la asistencia federal para complementar los esfuerzos de recuperación locales y estatales. “Estamos aquí para ayudar en todo lo necesario”, expresó Biden.
Según informes oficiales, más de 80.000 personas fueron evacuadas de las zonas más afectadas, y al menos 1.000 viviendas fueron destruidas en Los Ángeles. Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional, afirmó que la situación en la ciudad era “muy grave”, destacó el aumento en la frecuencia y gravedad de fenómenos meteorológicos extremos. “Estamos viendo un nivel sin precedentes de desplazamientos humanos debido a estos desastres”, aseveró.
En un tono igualmente alarmante, Marqueece Harris-Dawson, presidente del Consejo Municipal de Los Ángeles, aseguró que “la noche de martes a miércoles fue una de las más devastadoras y aterradoras que hemos vivido en nuestra historia”. Las autoridades continúan trabajando en el control de las llamas, mientras que los residentes afectados enfrentan las consecuencias de esta tragedia.
9/1/2025