*Por Redacción
Como era previsible la Unión Tranviarios Automotor no se sumará a la movilización multisectorial sindical convocada para el próximo 21 de febrero. Lejos de los preceptos marcados por Juan Manual Palacios durante la década del ’90, el gremio conducido por Roberto Fernández, mantiene distancia de las luchas populares y apuesta al dialogo con el gobierno neoliberal de Mauricio Macri.
“Todos los que vayan a la movilización van a poder regresar a su casa normalmente porque nosotros vamos a trabajar. No participaremos porque es una movilización de Camioneros que me parece muy bien”, manifestó Mario Calegari, Secretario de Prensa de la UTA.
Acorde con el discurso oficial, que niega la trascendencia de la movilización al reducir el malestar social a un mero enfrentamiento entre Moyano y el Gobierno, el dirigente expresó: “Esto no es un partido de fútbol, un River-Boca. A mí me parece que el camino es el diálogo, llegar a los arreglos a través del diálogo”.
“A veces nos encontramos que hay gente con responsabilidades de decisiones que no escucha. No hay peor sordo que el que no quiere escuchar. Hay decisiones que toma el gobierno que nosotros tampoco compartimos y otras que podemos llegar a compartir”, esbozó Calegari como crítica al Ejecutivo.
Cabe destacar que la actitud de la UTA, conducida por Roberto Fernández, no sorprende. En el último paro nacional de la CGT y mientras los trabajadores eran reprimidos en Plaza Congreso durante la jornada del 18 de diciembre, el gremio decidió no adherir a la medida de fuerza. De la misma manera que a mediados del 2017 no intervino en el conflicto que se desarrolló en la Provincia de Córdoba.
Distantes parecen quedar los tiempos donde la UTA conformaba, justamente con Camioneros, un frente opositor sindical al neoliberalismo menemista como lo fue el MTA. Hace tiempo que Fernández decidió jugar su propio partido escindido de realidad social a partir de acuerdos sectoriales con empresarios del transporte.