Por Redacción
El malestar se instaló en el universo sindical a partir del acuerdo tripartito alcanzado por la CGT, la Unión Industrial y el Gobierno Nacional. Si bien no hay homologación aun del acta firmada hace dos días, distintas organizaciones sindicales manifestaron su desacuerdo con lo pactado. Para la Central de Trabajadores este pacto tiende a poner límites a los abusos empresariales.
El acuerdo pretende darle legitimidad a lo que venía ocurriendo en distintos sectores como el metalúrgico y el textil, donde se priorizó la preservación de los puestos de trabajo antes que la cuestión salarial. En un escenario complejo lo que se acordó afecta a los trabajadores suspendidos por la pandemia de coronavirus, los mismos percibirán por el plazo de 60 días no menos del 75 % de su salario a partir del 1° de abril.
En dicho marco se estableció que “los empleadores podrán disponer la aplicación de las suspensiones en
forma simultánea, alternada, rotativa, total o parcial, según sus respectivas realidades productivas”. Esto bien puede leerse como un triunfo del sector patronal que vulnera, de esta manera lo que se impuso en el DNU 297/20, donde se dejó en claro que “los trabajadores y trabajadoras del sector privado tendrán derecho al goce íntegro de sus ingresos habituales”.
No obstante, los representantes de UIA convocaron DNU 329/20, que en contradicción con el anterior, permite las suspensiones con rebajas de sueldo con el condicionamiento que las mismas sean acordadas de manera individual o colectiva con homologación correspondiente de la cartera laboral. Estas contradicciones promueven un escenario peligros para el conjunto de los sectores sindicales, donde muchos prefieren actuar con cautela.
Por otro lado todas las miradas apuntan a Héctor Daer que decidió actuar de manera unilateral sin consulta hacia adentro de las organizaciones que conforman la mesa ampliada del Consejo Directivo de la CGT. Fuentes gremiales consultadas por AGN Prensa Sindical sostuvieron que el error de la Central consistió en condicionar este acuerdo al plano general, lo que derrumbó negociaciones sectoriales, donde cada sindicato tiene mayor margen de maniobra para defender los intereses de sus representados. El reproche también contempla que el Secretario General de la CGT maniobró para darle legitimidad a los acuerdos presentados por la UOM y Comercio y así salvarlos de escarnio social.
Este pacto no afectará a los ” trabajadores que hayan establecido con su empleador las condiciones en que prestarán servicios desde el lugar de aislamiento en cumplimiento de lo establecido en el artículo 1 de la Resolución MTEySS NO 279, en los términos pactados”. Así mismo se precisó “no podrán ser incluidos en esta modalidad los trabajadores excluidos del deber de asistencia al lugar de trabajo por la dispensa contenida en la Resolución 207/20 respecto de las personas con riesgo en la salud (mayores o patologías preexistentes)”.
Habrá que ver cual será el impacto de esta decisión en los diversos ámbitos de empleo, sobre todo si se tiene en cuenta que el acuerdo no rige como una instancia legal, tan la UIA como la CGT, lo presentaron como una sugerencia para paliar la situación crítica por la que dicen pasar algunas empresas: “No correspondiendo a esta reunión la elaboración, confección o redacción del instrumento idóneo para plasmar esta sugerencia en un cuerpo normativo, se solicita al Poder Ejecutivo canalice la formalidad por ante quien corresponda”.
Una vez más el sector de los “gordos” quedó expuesto en el ojo de la tormenta y el gobierno desnudó contradicciones a la hora de plasmar la defensa del salario. La pandemia de coronavirus agudizó las dificultades económicas por las que venía atravesando la clase trabajadora, con el arrastre de cuatro años de gobierno oligárquico. A pesar de las críticas a acuerdo, son muchos los dirigentes que llamaron a ser cautos y esperan que esta extraña sugerencia unilateral no arrastre a su sector a una situación en la cual no estaban inmersos.
29/04/2020
