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La organización Human Rights Watch denunció torturas y abusos sexuales sistemáticos contra trabajadores sanitarios palestinos en cárceles israelíes

Por Redacción

La organización Human Rights Watch acusó a Israel de detener arbitrariamente y torturar a trabajadores sanitarios palestinos, lo que incluye humillaciones, palizas, posturas forzadas, esposamiento y vendaje de los ojos por períodos prolongados. Los detenidos también denunciaron torturas sexuales y la negación de atención médica bajo custodia israelí, en condiciones deplorables para la población detenida en general.

En Gaza, Israel bombardeó este fin de semana otra escuela que servía como refugio para palestinos desplazados. En un ataque en Jan Yunis, once miembros de una misma familia, incluidos dos menores, murieron al ser bombardeada su vivienda. Las fuerzas armadas israelíes se retiraron de Ciudad Hamad, una zona de Jan Yunis que quedó devastada. Equipos de rescate recuperaron 16 cuerpos de entre los escombros. Los residentes aseguran que no tienen ningún lugar seguro al que acudir.

Randa Sammour, una residente local, expresó su desesperación: “¿Dónde hay una zona segura? No hay ningún lugar seguro. ¿Dónde hay un lugar seguro? Todos los días tenemos que escapar. Nos tenemos que desplazar todos los días bajo los cohetes, bajo los bombardeos. Estoy sola con mis pequeños hijos. Cada día nos tenemos que desplazar de un lugar a otro. No sé a dónde ir. Te hablan de ‘zonas seguras’, pero ¿dónde está la seguridad? Hagan que me sienta segura. Hagan que los niños se sientan seguros. Estamos cansados, gente. Ya basta. Tengan piedad de nosotros”.

“El maltrato del gobierno israelí a los trabajadores sanitarios palestinos ha continuado en la sombra y debe cesar de inmediato”, aseguró Balkees Jarrah , director interino para Oriente Medio de Human Rights Watch y agregó: “La tortura y otros malos tratos a médicos, enfermeras y paramédicos deben investigarse a fondo y castigarse adecuadamente, incluso por la Corte Penal Internacional (CPI)”.

Entre marzo y junio de 2024, Human Rights Watch entrevistó a ocho trabajadores sanitarios palestinos que fueron sacados de Gaza por el ejército israelí entre noviembre y diciembre de 2023 y detenidos sin cargos durante un periodo de entre siete días y cinco meses. Seis de ellos fueron detenidos en el trabajo tras asedios israelíes a hospitales o durante evacuaciones de hospitales que, según afirmaron, habían sido coordinadas con el ejército israelí.

Ninguno de los trabajadores sanitarios afirmó haber sido informado alguna vez del motivo de su detención ni haber sido acusado de ningún delito. La organización humanitaria también habló con siete personas que presenciaron cómo soldados israelíes detenían a trabajadores sanitarios en el ejercicio de sus funciones.

Human Rights Watch envió una carta al ejército israelí y al Servicio Penitenciario israelí con las conclusiones preliminares el 13 de agosto, pero no recibió respuesta.Todos los trabajadores de la salud entrevistados dieron testimonios similares de malos tratos bajo custodia israelí. Después de estar en Gaza, fueron deportados a centros de detención en Israel, incluida la base militar de Sde Teiman en el desierto del Néguev y la prisión de Ashkelon, o transferidos por la fuerza a la base militar de Anatot, cerca de Jerusalén Oriental, y al centro de detención de Ofer, en la Cisjordania ocupada.

Los entrevistados denunciaron que los desnudaron, los golpearon, les vendaron los ojos y los esposaron durante muchas semanas seguidas, y los presionaron para que confesaran ser miembros del movimiento Hamás con diversas amenazas de detención indefinida, violación y asesinato de sus familias en Gaza.

Un cirujano declaró que “llevaba bata y Crocs” cuando las fuerzas israelíes lo detuvieron durante el asedio al Hospital Kamal Adwan en Beit Lahia, Gaza, en diciembre. “Éramos 50 trabajadores de la salud, incluidos enfermeros y médicos”, explicó y añadió que  “el soldado que estaba al micrófono ordenó a los hombres y niños mayores de 15 años que evacuaran el hospital… Cuando nos sacaron del hospital, nos dijeron que nos desvistiéramos y nos quedáramos en ropa interior”.

Un paramédico indicó que en el centro de detención de Sde Teiman lo colgaron de una cadena atada a las esposas, le aplicaron descargas eléctricas, le negaron atención médica por las costillas rotas causadas por las palizas y le administraron lo que él creía que era una droga psicoactiva antes de los interrogatorios: “Fue tan degradante, fue increíble. Estaba ayudando a la gente como paramédico, nunca esperé algo así”.

Los trabajadores sanitarios también denunciaron que los castigaban mientras estaban detenidos por moverse o hablar, y que los castigaban colectivamente si otros detenidos hablaban. “A veces, si uno hablaba, ellos [los soldados] castigaban a todo el almacén [de la prisión de Naqab], colectivamente”, expuso un trabajador sanitario.

El Ministerio de Salud de Gaza informó que las fuerzas israelíes han detenido al menos a 310 trabajadores sanitarios palestinos desde el 7 de octubre. Healthcare Workers Watch-Palestine , una organización no gubernamental, documentó 259 detenciones de trabajadores sanitarios y recopiló 31 relatos que describen torturas y otros abusos por parte de las autoridades israelíes, incluido el uso de posiciones de estrés, privación de alimentos y agua adecuados, amenazas de violencia sexual y violación, y trato degradante.

La prolongada detención arbitraria y el maltrato de los trabajadores sanitarios han exacerbado la crisis sanitaria en Gaza, señaló Human Rights Watch. Desde octubre, más de 92.000 personas  resultaron heridas en la Franja, los hospitales en funcionamiento tienen menos de 1.500 camas para pacientes hospitalizados y, sin embargo, las autoridades israelíes han permitido que sólo el 35% de las casi 14.000 personas que solicitaron evacuaciones médicas abandonen Gaza, informó la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 5 de agosto.

Los relatos de los trabajadores de la salud son consistentes con informes independientes, incluidos los de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH ) , el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (OOPS ) , medios de comunicación israelíes y grupos de derechos humanos , que documentan docenas de relatos de detenidos sobre detenciones en régimen de incomunicación, palizas, violencia sexual, confesiones forzadas, electrocución y otras torturas y abusos de palestinos detenidos en Israel.

Cabe destacar que el artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949, aplicable a las hostilidades entre Israel y los grupos armados palestinos, dispone que “las personas que no tomen parte activa en las hostilidades… serán tratadas en todas las circunstancias con humanidad. Los tratos crueles y la tortura” y “los atentados contra la dignidad personal, especialmente los tratos humillantes y degradantes” están prohibidos en todo momento.

El artículo 49 del Cuarto Convenio de Ginebra, aplicable a los territorios ocupados, prohíbe los traslados forzosos de personas dentro del territorio ocupado, así como las deportaciones de civiles desde el territorio ocupado al territorio de la potencia ocupante, cualquiera que sea el motivo. Las violaciones graves del artículo 3 común y del artículo 49 del Cuarto Convenio de Ginebra cometidas con intención criminal soncrímenes de guerra.

Human Rights Watch descubrió que las autoridades israelíes durante décadas no han ofrecido una rendición de cuentas creíble por la tortura y otros abusos contra los detenidos palestinos. Según las estadísticas oficiales israelíes, entre 2019 y 2022 se abrieron 1.830 denuncias de abusos contra funcionarios del Servicio Penitenciario israelí, y ninguna de ellas dio lugar a una condena penal. Las autoridades israelíes no han permitido el acceso de organismos humanitarios independientes a los detenidos palestinos desde el inicio de las hostilidades.

 

 

 

26/8/2024

 

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