Por Redacción
La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos advirtió que las políticas de Israel en los territorios palestinos ocupados —incluidos Jerusalén Oriental y el Golán sirio— configuran un “entorno coercitivo” que induce el desplazamiento forzado de la población palestina.
En un informe presentado este miércoles ante el Consejo de Derechos Humanos, la ONU urgió a Israel a cesar la construcción de asentamientos, evacuar a colonos y reparar daños causados durante décadas. Maarit Kohonen Sheriff, directora de Operaciones Globales de la oficina, afirmó que la transferencia de competencias administrativas del ejército al gobierno israelí facilitó el “avance ilegal” de asentamientos y la “integración progresiva” de Cisjordania al Estado de Israel.
“Los actos de segregación podrían constituir una situación de apartheid”, señaló el documento, respaldando conclusiones de la Comisión Ad Hoc para la Eliminación de la Discriminación Racial. El informe, que abarca del 1 de noviembre de 2023 al 31 de octubre de 2024, documentó la aprobación de más de 20.000 viviendas en asentamientos de Jerusalén Oriental y 10.300 en otras zonas de Cisjordania, junto a la creación de 49 nuevos enclaves israelíes —una cifra récord—. Actualmente, 737.000 colonos residen en Cisjordania, casi un tercio en Jerusalén Oriental.
Durante el periodo analizado, Israel demolió 1.700 estructuras palestinas —4500 personas desplazadas— bajo el argumento de falta de permisos, “casi imposibles de obtener para los palestinos”. Sheriff subrayó que la declaración de “tierras estatales” y zonas militares o culturales permitió la apropiación ilegal de territorios ocupados.
La violencia de colonos, con impunidad estatal, agravó la crisis: “La línea entre la violencia de los colonos y la del Estado se difuminó por completo”, denunció Sheriff. Solo 1 de 174 ataques de colonos contra civiles palestinos derivó en acusaciones formales. Además, el 50% de los agricultores de olivos no pudo cosechar por restricciones de movimiento y ataques, destruyendo economías locales.
El informe respaldó la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que calificó las políticas israelíes como “anexión” de territorios palestinos. “El crecimiento de los asentamientos constituye actos ilícitos internacionales y un fracaso profundo de la comunidad global”, se concluyó el documento, al tiempo que se le exigió a Israel reparar daños históricos y garantizar el derecho palestino a la autodeterminación.
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