Por Redacción
La Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC), que depende de Naciones Unidas, alertó este martes que en la Franja de Gaza se alcanzaron dos de los tres niveles críticos que definen una hambruna: el desplome en el consumo de alimentos y la malnutrición aguda. El 39% de la población enfrenta días sin ingerir comida, mientras que cerca de 500.000 personas sufren condiciones extremas de inseguridad alimentaria.
Los niños menores de cinco años son los más afectados. En solo dos meses, la tasa de desnutrición aguda se cuadruplicó y alcanzó a un 16,5% en la ciudad de Gaza. Esto representa un grave deterioro en el estado nutricional infantil y un aumento considerable del riesgo de muerte por hambre y enfermedades relacionadas. El tercer indicador, el incremento en las muertes vinculadas a este flagelo, empieza a confirmarse, aunque la recopilación de datos precisos resulta complicada debido al colapso de los sistemas de salud.
El IPC aseguró que “si no se actúa ahora, se producirán muertes generalizadas en gran parte de la Franja”. Por su parte, el Secretario General de la ONU, António Guterres, calificó la situación como “una catástrofe humanitaria de proporciones épicas” y destacó que “Gaza está al borde de la hambruna. Los hechos están ahí, y son innegables”.
Guterres exigió que la ayuda humanitaria se transforme de un “goteo” en un “océano” y reclamó que “los alimentos, el agua, los medicamentos y el combustible deben fluir en oleadas y sin obstáculos”. Reiteró su pedido de un alto el fuego inmediato y la liberación de los rehenes.
Desde el inicio de la ofensiva israelí el 7 de octubre de 2023, ya fallecieron más de 60.000 personas. En un comunicado conjunto, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y UNICEF advirtieron que el tiempo para lanzar una respuesta humanitaria integral se agota. Señalaron que el conflicto activo, el derrumbe de los servicios básicos y las severas restricciones impuestas a las Naciones Unidas provocaron condiciones catastróficas de seguridad alimentaria para cientos de miles de habitantes.
Ross Smith, Director de Emergencias del PMA, declaró: “Esto no es una advertencia, es un llamamiento a la acción. No se parece a nada de lo que hemos visto en este siglo”. En tanto, Cindy McCain, Directora Ejecutiva expresó: “El sufrimiento insoportable del pueblo de Gaza ya es evidente para el mundo. Esperar la confirmación oficial de la hambruna para proporcionar asistencia alimentaria vital es inaceptable”. Insistió en la necesidad de un flujo constante de ayuda diaria, sin trabas, para evitar un hambre masiva.
Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF, detalló que “los niños y bebés demacrados están muriendo de desnutrición en Gaza”. Remarcó la urgencia de garantizar un acceso humanitario inmediato, seguro y sin obstáculos para aumentar la asistencia vital, que incluye alimentos, nutrición, agua y medicamentos. Más de 320.000 niños menores de cinco años en la Franja corren riesgo de sufrir malnutrición aguda. Miles de personas padecen su forma más letal. Los servicios nutricionales esenciales colapsaron y los lactantes carecen de agua potable, sustitutos de leche materna y alimentación terapéutica.
Entre abril y julio, más de 20.000 niños recibieron tratamiento por desnutrición aguda, y más de 3.000 padecen la forma grave. Desde el 17 de julio, los hospitales reportaron al menos 16 muertes infantiles vinculadas al hambre. A pesar de que los cruces fronterizos se reabrieron parcialmente, la ayuda que ingresa a Gaza es apenas una fracción de la necesaria para asistir a más de dos millones de personas.
Se requieren más de 62.000 toneladas de asistencia alimentaria cada mes. Las agencias de la ONU enfatizaron la urgencia de reanudar las importaciones comerciales para garantizar una dieta diversificada con frutas, verduras, lácteos y proteínas. Los organismos humanitarios saludaron los nuevos compromisos para mejorar las condiciones operativas, incluyendo treguas humanitarias, y expresaron esperanza en que estas medidas permitan mayor acceso a la ayuda sin demoras. El llamado unánime fue por un alto el fuego inmediato y permanente que detenga las muertes, facilite la liberación segura de rehenes y permita operaciones humanitarias.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) informó que las pausas tácticas decretadas por Israel redujeron la intensidad del conflicto en ciertas zonas, pero no fueron suficientes. Durante los primeros dos días de pausas, Naciones Unidas y socios lograron ingresar alimentos básicos como harina de trigo, leche en fórmula, galletas energéticas, pañales, vacunas y combustible. Pese a esto, el volumen sigue siendo insuficiente.
Farhan Haq, portavoz del Secretario General de la ONU, recordó: “Ninguna operación humanitaria puede apoyar por sí sola a 2,1 millones de personas. Para que la población se sienta segura, las pausas tácticas no bastan. Se necesita desesperadamente un alto el fuego completo y permanente”. Sobre las autorizaciones para distribuir ayuda indicó que disminuyeron las denegaciones directas, pero persisten obstáculos en el terreno.
Finalmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) solicitó la liberación inmediata de su colega detenido tras el ataque israelí al almacén principal de la agencia, donde resultaron maltratadas personas refugiadas. Repitió su pedido para proteger la atención sanitaria y garantizar la entrada sin restricciones de alimentos, combustible y asistencia médica a través de todas las rutas disponibles.