Por Redacción
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos manifestó su creciente preocupación por las operaciones militares israelíes en el norte de Gaza. En un comunicado, advirtió que la combinación de ataques incesantes, desplazamientos forzosos y severas restricciones a la ayuda humanitaria “puede estar causando la destrucción de la población palestina” en esa región.
La situación se ha vuelto “imposible” para los civiles atrapados en el norte, quienes enfrentan repetidas órdenes de desplazamiento y un acceso muy limitado a suministros humanitarios esenciales, lo que ha dejado a muchos al borde de la inanición: “Aunque el ejército israelí ha exigido que todos los civiles abandonen el norte de Gaza, ha seguido bombardeando y atacando sin descanso la zona, especialmente el campamento de Jabalya y sus alrededores. Estos ataques han hecho extremadamente peligrosa la huida de los civiles”.
La preocupación se agudizó por el temor de los palestinos de que marcharse pudiera significar que nunca se les permita regresar a sus hogares. Las fuerzas israelíes destruyeron viviendas y escuelas que servían de refugio, dejando a muchos sin un lugar donde quedarse mientras se acerca el invierno.
El último sábado, un ataque aéreo alcanzó un bloque de viviendas en Beit Lahiya, dejando al menos 87 muertos, según el Ministerio de Sanidad de Gaza. La Oficina recordó a Israel las medidas provisionales ordenadas por la Corte Internacional de Justicia en enero de 2024, instándolo a “adoptar todas las medidas a su alcance” para impedir un genocidio.
La crisis humanitaria se ha visto agravada por la grave escasez de combustible y suministros médicos en los hospitales, que están luchando por atender a los heridos. Philippe Lazzarini, responsable de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), afirmó en redes sociales que “los hospitales han sido atacados y se han quedado sin electricidad, mientras que los heridos se han quedado sin atención”.
Asimismo, denunció que “negar y convertir en arma la ayuda humanitaria para lograr fines militares es una señal de lo baja que está la brújula moral… nadie debería suplicar ayudar o ser ayudado”.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) instó a las autoridades israelíes a permitir el acceso inmediato para rescatar a las decenas de personas que siguen atrapadas bajo los escombros, subrayando que “cada minuto cuenta”. Anteriormente, los retrasos en las autorizaciones habían llevado a que los equipos de rescate solo recuperaran cadáveres.
La situación se complica con la interrupción del acceso a internet y la muerte de al menos tres periodistas palestinos, lo que ha limitado el flujo de información desde la región. Tor Wennesland, coordinador especial de la ONU para el Proceso de Paz en Oriente Medio, condenó los continuos ataques, advirtiendo que “la pesadilla en Gaza se intensifica” y describiendo escenas espeluznantes en medio del conflicto.
Wennesland hizo un llamado urgente para el fin inmediato de la guerra, la liberación de los rehenes en manos de Hamás, y el cese de los desplazamientos forzosos. Enfatizó la necesidad de proteger a los civiles y permitir la ayuda humanitaria sin restricciones, señalando que “el camino que tenemos por delante requerirá valentía, voluntad política y un diálogo renovado. Se lo debemos a las familias que sufren en Gaza e Israel. La guerra debe terminar ya”.
21/10/2024