Por Redacción
La Organización Internacional del Trabajo advirtió en las últimas horas que el incremento de los niveles de endeudamiento afectó de manera “desproporcionada a los países en desarrollo, agravando las disparidades en materia de empleo a nivel mundial entre los países de altos y bajos ingresos y ampliando las desigualdades existentes exacerbadas por la pandemia de COVID-19”.
A través de un nuevo informe sobre el mundo del trabajo, el organismo internacional estimó que para 2023 el desempleo mundial disminuirá a niveles anterior a la pandemia, sin embargo, los países de bajos ingresos continúan por detrás de los márgenes de recuperación. Se prevé que la tasa de desocupación en África del Norte para el año entrante sea del 11,2 %, en tanto, para América Latina y el Caribe se ubicará en el 6,7 % respecto al 8 % de 2019. En Europa del Norte, Meridional y Occidental, alcanzará el 6,3 %, mientras que en Asia Central y Occidental, tocará el 7,8 %.
No obstante, los datos no son para sostener el optimismo dado que “las variaciones en la brecha del empleo apuntan a una disparidad mundial en el empleo. Los países de bajos ingresos enfrentan la mayor tasa de brecha de empleo, de un alarmante 21,5 % , mientras que la tasa en los países de ingresos medios se sitúa en poco más de 11 %”.
Aun así, para la OIT “es poco probable que los países de ingreso bajo y las regiones de África y los Estados Árabes recuperen este año los niveles de desocupación anteriores a la pandemia. Aunque se espera que la tasa de desempleo mundial caiga por debajo del nivel pandémico en 2023, esto refleja una resiliencia mayor a la esperada en los países de ingreso alto, y no una recuperación generalizada”.
“Los crecientes niveles de la deuda y otros desafíos, reducen considerablemente el alcance de las intervenciones políticas. Las dificultades financieras y fiscales obstaculizan las respuestas a amenazas complejas, que incluyen conflictos, catástrofes naturales y crisis económicas que tiene a reforzarse mutuamente (policrisis), agravando la brecha de empleo”, aseguró en el documento el organismo internacional.
De acuerdo al informe “los países en desarrollo de bajos ingresos agobiados por la deuda enfrentan una brecha de empleo mucho más alta, de hasta 25,7 % en 2023, frente a 11 % en los países en desarrollo con bajo riesgo de sobreendeudamiento”. Al mismo tiempo, “en 2023, se prevé que el déficit mundial de empleos se sitúe en 453 millones de personas (o el 11,7 % ) , más del doble del nivel de desocupación”. A ello se debe añadir que “el déficit de empleos es mucho mayor entre las mujeres (14,5%) que entre los hombres (9,8 %)”.
La OIT destacó que “los países de ingreso bajo endeudados afrontan un déficit de empleos del 25,7 % en 2023. En los países de ingreso bajo endeudados o en alto riesgo de endeudamiento, el déficit de empleos es significativamente superior al de los países en desarrollo con bajo riesgo de endeudamiento: del 25,7 % para unos y del 11% para los otros. Esto refleja que las restricciones financieras y fiscales están obstaculizando sus respuestas normativas y empeoran aún más las condiciones del mercado laboral”.
Por otro lado, el informe reveló que “en los países en desarrollo, especialmente en los de ingreso bajo, sigue habiendo importantes déficits normativos en materia de protección social, en particular respecto de las pensiones de vejez. En los países de ingreso mediano-bajo solo el 38,6 % de las personas de edad avanzada perciben una pensión de vejez, frente a la cifra del 23,2 % en los países de ingreso bajo”.
En ese sentido, el Director General de la OIT, Gilbert Houngbo, sostuvo que “las conclusiones de este informe nos recuerdan con fuerza las crecientes desigualdades mundiales. Invertir en las personas a través del empleo y la protección social contribuirá a reducir la brecha entre las naciones y las personas ricas y pobres”.
Asimismo, puntualizó que “es por este motivo que la OIT está lanzando la Coalición Mundial para la justicia social. Esta Coalición reunirá una gran diversidad de órganos multilaterales y partes interesadas. Ayudará a posicionar la justicia social como la piedra angular de una recuperación mundial, y hará que se convierta en una prioridad de las políticas y acciones nacionales, regionales y mundiales”.
31/5/2023