Por Redacción
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) informó este martes, en su nuevo reporte de Perspectivas Económicas, que la economía mundial perderá impulso en los próximos dos años. El documento prevé que el producto interno bruto global, que en 2024 crecería 3,3 %, baje a 3,2 % en 2025 y a 2,9 % en 2026.
El organismo internacional explicó que el impulso inicial de las compras adelantadas, realizadas para esquivar subas de aranceles, se agotó, mientras las tasas arancelarias se ubican en niveles más altos y persiste la inestabilidad política, lo que desalienta tanto la inversión como el comercio. Según el informe, durante la primera mitad de 2025 el crecimiento global mostró más fortaleza de la prevista, en especial en economías de mercados emergentes. La producción industrial y el comercio recibieron un empuje por las compras anticipadas antes de que entraran en vigor los nuevos aranceles.
La OCDE remarcó que Estados Unidos elevó sus tasas arancelarias bilaterales desde mayo para casi todos los países. En tal sentido, especificó que “la tasa arancelaria efectiva de Estados Unidos alcanzó el 19,5 % a fines de agosto, el nivel más alto desde 1933”. El organismo alertó que los riesgos para la economía mundial son elevados. Señaló entre ellos una posible escalada arancelaria, un rebrote inflacionario, mayores tensiones fiscales y turbulencias en los mercados financieros.
En su análisis por regiones, la OCDE proyectó que el crecimiento del PIB de Estados Unidos descenderá del 2,8 % en 2024 al 1,8 % en 2025 y al 1,5 % en 2026. Indicó que el dinamismo de la inversión en sectores de alta tecnología será opacado por el impacto de los aranceles y por una menor inmigración neta. Para la zona del euro, el organismo calculó un avance del 1,2 % en 2025 y del 1,0 % en 2026. Aun con condiciones crediticias algo más favorables, las fricciones comerciales y la incertidumbre geopolítica seguirán restringiendo la recuperación.
De cara al futuro, la OCDE subrayó que “las reformas estructurales resultan esenciales para elevar de forma sostenible los niveles de vida y aprovechar por completo los beneficios de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial”.