Opinión

La interna del Peronismo no se va a resolver en esta interna

*Por Damián Descalzo

En la búsqueda de un liderazgo 

La falta de liderazgo es el gran problema que aqueja al Peronismo desde hace más de una década. Por primera vez en su historia, el Peronismo no ha logrado que surja un nuevo liderazgo que logre vencer a la vieja conducción en declive.

Desde 1983 en adelante, el Peronismo tuvo liderazgos que surgieron, crecieron, se asentaron y luego fueron reemplazados en su fase de declive, es decir, en la etapa de la derrota. Lo novedoso de la última década es que presenciamos una conducción que ha llevado al Movimiento Nacional a sucesivas derrotas (con una victoria aislada) pero su liderazgo, en claro declive, no termina de extinguirse.

A que se verique tal cuadro de situación, ha colaborado mucho la capacidad de CFK (especialmente para bloquear y vetar el surgimiento de cualquier nuevo liderazgo) y las notables y abundantes limitaciones de quienes aspiraron a reemplazarla en la conducción del Movimiento Peronista.

La derrota ante Milei en 2023 ha abierto una nueva disputa hacia el interior del Peronismo pero esta batalla no será dirimida en la intrascendente elección interna programada para el próximo 17 de noviembre, que ahora, todo indica, ni siquiera se llevará a cabo debido a la impugnación de una de las listas.

La única elección interna del PJ que resolvió algo importante fue la de 1988 (la interna de la “Renovación”) cuando se estableció quién sería el candidato presidencial peronista para las elecciones generales de 1989. Nada de eso está en juego ahora y mucho menos la definición del “modelo de país”, a pesar de lo declamado por CFK en la carta del 25 de octubre, empecinada en “subirle el precio” y disfrazar su jugada, que tiene como objetivo principal bloquear, una vez más y con una nueva metodología, el ascenso de un posible liderazgo. Nos referimos, claro está, al del gobernador bonaerense, Axel Kicillof.

Buenos Aires, la madre de todas las batallas 

El Movimiento Peronista es esencial y profundamente democrático, no por apego a formalismos institucionales superficiales, sino porque históricamente ha resuelto sus internas y disputas, de cara al pueblo.  Gran parte de esos combates tuvieron lugar en la Provincia de Buenos Aires (PBA)

1985 y 2005

En 1985, la PBA fue el campo de batalla en el que el sector renovador liderado por Cafiero, logró vencer al sector de la “ortodoxia”, antigua conducción del Peronismo derrotado en 1983. Lo hizo yendo por afuera de las estructuras partidarias.

En 2005, también fue elegida la PBA como la “madre de todas las batallas”. En aquella oportunidad, el naciente peronismo kirchnerista -con CFK como principal candidata-, consolidó su poder provincial y nacional venciendo al menguado armado duhaldista, que fue representado por “Chiche” Duhalde. También, como en 1985, lo hizo presentando lista por afuera de la estructura oficial.

Tanto en 1985 (la “Renovación” sobre la “Ortodoxia”), como en 2005 (“Kirchnerismo” sobre el “Duhaldismo”), la PBA fue el ámbito donde se dirimió la disputa del liderazgo peronista.

1998

Sin ser un caso estrictamente del mismo sentido, podemos agregar que, en 1998, Duhalde, en clara disputa del liderazgo con Menem, lanzó un plebiscito en territorio bonaerense para determinar si la población local estaba a favor o en contra de la re-reeleción menemista, impulsada por diferentes gobernadores peronistas. La segura derrota obligó al presidente riojano a dejar de lado sus aspiraciones a un tercer mandato y el referéndum nunca se llevó a cabo pero alcanzó su objetivo.

2017 

También podemos mencionar el caso fallido de 2017. En un sector del peronismo bonaerense se promovía cierta discusión del liderazgo de CFK luego de la derrota ante Macri y Vidal en 2015, pero, en la práctica, los sectores peronistas no alineados con CFK (Massa y Randazzo, quien fue el candidato oficial del PJ), obtuvieron muchos menos votos que la lista de Unidad Ciudadana, liderada por la expresidenta.

Así las cosas, no se repitió la historia de 1985 y 2005. Los que pretendían consagrar un nuevo liderazgo fracasaron en el intento y CFK siguió teniendo un rol central en el Peronismo debido a su “victoria” interna, aunque sintiendo los efectos de una derrota en términos generales.

¿2025?

Bajo ningún punto de vista era prudente utilizar una, repetimos, intrascendente elección de autoridades partidarias, para dirimir el liderazgo peronista. En cambio, sí es posible, -pero no seguro- que las elecciones legislativas de 2025, sean una oportunidad para hacerlo, no en una contienda cerrada, sino abierta a toda la comunidad. De ser así, será, una vez más, la PBA el principal campo de batalla.

Faltan varios meses pero hay algunos que ya preparan diversas estrategias e imaginan probables escenarios de confrontación.

 

 

 

 

 

*Abogado laboralista. Docente universitario, autor de los libros: Haciendo Justicia Juntos; General Jorge Leal: Héroe del Polo Sur y prócer de la Patria y ¿Cómo se gestó el Peronismo?.

 

5/11/2024

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