Por Redacción
El informe Valor económico de las credenciales educativas, presentado el último viernes por el Ministerio de Desarrollo Productivo, en el marco de la Serie Documentos de Trabajo del Centro de Estudios para la Producción XXI, constató que “la graduación universitaria genera un incremento salarial de 7% y se argumenta que este resultado debe ser interpretado en términos de un modelo de señalización”.
El informe, elaborado por Martin Trombetta y Gisella Pascuariello, sostiene que de acuerdo con la carrera “el impacto salarial de la graduación también varía notablemente”. De esta manera, por ejemplo, se registró que “en las ciencias sociales este valor es de 12%, mientras que se reduce a 8% en las ciencias de la salud y a 6% en las humanidades”.
En tanto, en las ciencias aplicadas se evidenció que “el efecto es de 6% en mujeres pero nulo en varones, lo que llama la atención sobre posibles brechas de género en estas carreras, típicamente muy masculinizadas”.
De acuerdo al estudio del CEP XXI, el “sector minero-hidrocarburífero es el que mejor recompensa los títulos universitarios (14%), seguido por la industria manufacturera (10%) y los servicios profesionales (8%)”. Por otro lado se dejó constancia que en “sectores pequeños, como cultura o servicios inmobiliarios, no hay evidencia de un efecto salarial de la graduación”.
La investigación se desarrolló a partir de la información de la Secretaría de Políticas Universitarias y el Sistema Integrado Previsional Argentino. El mismo permitió la construcción de una base de datos con cerca de 200.000 egresados y egresadas de carreras universitarias de grado, tanto de universidades públicas como privadas entre 2016 y 2018.
En el trabajo se explicó que “el título ofrece al mercado laboral información sobre habilidades y esa información tiene valor económico, que se traduce en mayor salario. El impacto del “valor credencial” varía por género, edad, carrera y sector productivo”.
De esta manera se comprobó que el “efecto es mucho más alto para trabajadores jóvenes (hasta 15% en los menores de 25), que son quienes más pueden beneficiarse de la obtención de un título que brinde esa información a potenciales empleadores”.
Por otro lado, se demostró que en trabajadores más grandes, “que probablemente ya se han insertado en el mercado de trabajo por otras vías no necesariamente vinculadas a la educación formal, experimentan cambios pequeños en su salario al graduarse (en mayores de 35, el efecto es casi cero)”.
“El 30% de la prima por título universitario es explicada por trabajadores que cambian de empleo en el año posterior a la graduación universitaria”, destacó la investigación dependiente del Ministerio que encabeza Matías Kulfas.
Del mismo modo, se enfatizó que “el 70% de esos cambios ocurre al interior de un mismo sector productivo, lo que indica que los trabajadores generalmente buscan puestos más calificados o mejor remunerados pero al interior del mismo sector, de modo de aprovechar las habilidades y el know-how ya adquirido”.
27/12/2021