Por Redacción
La situación en el ámbito pesquero es crítica, los empresario, usan la pandemia de COVID-19 para avanzar sobre los convenios colectivos del sector y la baja de salarios. En este marco el Sindicato de Obreros Marítimos, SOMU, que lidera Raúl Durdos, comenzó hace una semana un paro nacional pesquero. El epicentro del conflicto fue Chubut, donde los trabajadores se pusieron firmes en su lucha ante la intransigencia y negación empresarial.
En este contexto, el SOMU denunció que los empresarios nucleados en la Cámara de Armadores Pesqueros y Congeladores de la Argentina, en la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras, el Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas y los buques que integran en Grupo CONARPRESA Continental Armadores de Pesca S.A, pretenden usar la pandemia para pesificar la relación laboral e impulsar la baja de salarios, al mismo tiempo que decidieron boicotear los convenios colectivos de trabajo.
En esa línea el gremio marítimo denunció un “lockout patronal”, fuentes sindicales precisaron que la consigna empresarial es: “Si no se bajan los sueldos no sacamos los barcos”. Por otro lado, el sindicato apuntó contra el Ministerio de Trabajo por su lenta capacidad de reacción en el conflicto. Recién este lunes se emitió una conciliación obligatoria que la conducción del gremio no acatará.
“La conciliación obligatoria no se va a acatar, lo que vamos a hacer a pedido del ministro Moroni, como muestra de nuestra buena voluntad, es levantar los piquetes que estaban en algunos puertos. Los piquetes fue algo que se dio de modo espontáneo de los compañeros pescadores del sur, que venían que sacaban los barcos fresqueros y no sacaban los barcos congeladores si no se reducían el sueldo”, declaró Durdos, Secretario General del SOMU, a medios chubutenses.
En este marco la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval, que conduce Juan Carlos Schmid, se pronunció a favor de los reclamos de los trabajadores y pidió la urgente intervención del Estado en dicho conflicto.
A través de un comunicado la FeMPINRA expresó su “solidaridad con los compañeros marítimos nucleados en el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos, quienes están enfrentando la ofensiva de los empresarios pesqueros que pretender de rebajar salarios”.
Desde la organización sindical señalaron que “los armadores, hace poco, realizaron un “lockaut” ante la negativa de los tripulantes de aceptar modificaciones en el porcentual de capturas. Urge encontrar un punto de acuerdo y el Estado debiese intervenir para no paralizar un sector esencial, generador de divisas, que no detuvo su producción en ningún momento de esta pandemia”.
La FeMPINRA concluyó: “Sin capturas el cuadro de una economía golpeada se agravará y sin tripulantes no hay flota. Las autoridades debiesen actuar a los efectos de evitar una situación de mayor conflicto”.
Cabe señalar que muchos de estas empresas no comercializan sus capturas en el país, lo que el excedente de ganancias en dólares las beneficia de manera desproporcionada. La ausencia de políticas del control, que regulen la pesca de estos sectores y de embarcaciones internacionales, es notoria y tiene arrastre de larga data. El poder del capital pesquero es importante por eso se ha iniciado una campaña mediática que pone el eje en presentar a los trabajadores como victimarios de los “pobres” empresarios del sector. Una falacia que es fácilmente refutada por el presente y por la historia.
El conflicto amenaza con escalar en el tiempo si no se toma una decisión política de terciar en defensa de la producción y el trabajo argentino por encima de los intereses especulativos de los empresarios.
14/07/2020