La CTA de los trabajadores que conduce Hugo Yasky repudió la persecución sindical iniciada por el Gobierno y alertó que dichas prácticas anti sindicales violan la Ley de Asociaciones Sindicales. A través de una comunicado la Central Obrera aseguró que “los gremios son formaciones populares que el gobierno considera que deben desaparecer”.
En el documento la dirigencia sindical precisó que el Gobierno pretende eliminar a las organizaciones sindicales “quiere borrarlas del mapa. Está convencido de que la Argentina no puede resolver la correlación de fuerzas que impide borrar de cuajo todos los derechos adquiridos, que vincula con la historia del peronismo. Considera a los sindicatos como expresiones de una construcción socio-colectiva hostil”.
Tanto para Macri como para Vidal “el sindicalismo es una expresión que obstaculiza el objetivo trazado, es decir, reducir el costo laboral y los derechos de los trabajadores y, en especial, lo considera una presencia demasiado hostil para el objetivo de degradar las conquistas laborales y salariales”.