La Confederación General del Trabajo rechazó la nueva ola de despidos que se produjo durante la última semana del año viejo. La serie de despidos que se registró en Fabricaciones Militares de Azul y en la TDA encendieron una luz de alarma en la CGT. En ese marco el diagnóstico sobre el final del 2017 vuelve a ser negativo para la Central Obrera.
En tal sentido la CGT expresó que “se hace eco de la preocupación de cientos de familias de trabajadores que en la última semana han perdido su empleo. En forma inoportuna y contradiciendo el discurso oficial se han producido ceses en la actividad pública (como en los casos de TDA y Fabricaciones Militares, entre otros) que fueron acompañados por similares actitudes del empresariado privado, como en el caso de Ingenio Ledesma, Calzados Grimoldi, Vasalli Fabril, por citar solo algunos”.
“En el caso del sector público el achicamiento del Estado se hace no solo a expensas de sus destinatarios, esto es la población en general, sino de los propios trabajadores públicos que pierden sus empleos y con ellos ganan en la incertidumbre de su porvenir”, denunció la dirigencia sindical.
Desde la CGT agregaron: “No es menos el sector privado en donde en actividades claramente afectadas por la importación descontrolada, la competencia desleal y la escasa política de defensa de las economías regionales, el empresariado vernáculo pretende aprovechar las oportunidades de lucro achicando costo. Y, para ellos, el trabajador es un costo. En todo sentido”.
“Es por ello que esta C.G.T. manifiesta su rechazo ante los despidos incausados, se solidariza con los gremios en lucha en cada actividad y, nuevamente, rechaza cualquier tipo de represión que pretenda acallar la protesta social”, expresó la Confederación General del Trabajo en el comunicado.
En tal sentido se concluyó que “el año 2017 no termina de la mejor forma para los trabajadores. Y el 2018, empezará aun peor para muchos de ellos que ya no tendrán su fuente de ingresos para sus familias”.
