Por Redacción
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, encabezó el último jueves, la inauguración de una nueva Alcaidía Departamental en la localidad de Melchor Romero, en La Plata. El evento contó con la presencia de distintas autoridades, entre ellas, el Ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, y el Ministro de Seguridad, Sergio Berni, así como también la directora provincial de Alcaidías Departamentales, Paula Montero.
La alcaldía funcionará como lugar de detención transitoria donde las personas esperarán la decisión judicial sobre su situación procesal. El nuevo edificio, de 5.600 metros cuadrados, cuenta con 312 plazas distribuidas en 52 celdas de alojamiento colectivo. Tiene, además, espacios para vinculación familiar, un centro médico y un área especial para el personal del servicio penitenciario. La inversión total de la obra fue 1.030 millones de pesos.
En ese contexto, Kicillof expresó que “cuando llegamos al Gobierno, encontramos una situación de emergencia en el sistema penitenciario: no solo había una sobrepoblación del 120%, la más grande de la historia, sino que 16 mil internos realizaban una huelga de hambre porque, producto del ajuste, no se pagaban los alimentos y los remedios”.
Asimismo, aseveró que “la falta de gestión y de inversión impactaron luego en la reincidencia, que llegó al 46%. Por eso lo que estamos haciendo ahora no es solo construir mejores cárceles y comisarías: estamos atendiendo la seguridad ciudadana en beneficio de los y las bonaerenses”.
“A pesar de los discursos de quienes atacan todos los días al Estado, en la provincia de Buenos Aires se observa una realidad distinta, en la que las obras empiezan, se terminan y mejoran la calidad de vida de todos y todas. El resultado de esta inversión lleva a que los detenidos dejen de estar en las comisarías y que los policías vuelvan a dedicarse a ello para lo que fueron entrenados, que es patrullar las calles y atender la seguridad de los y las bonaerenses”, recalcó Kicillof.
Por su parte, Alak indicó que “la inversión no sólo está enfocada en la construcción de nuevos espacios de detención como las alcaidías o cárceles, sino también en los polos productivos que permiten que los internos se capaciten y trabajen en la producción de insumos como guardapolvos y mobiliario para las escuelas bonaerenses. Con este plan, logramos disminuir la reincidencia de 46 a 26%”.