Por Redacción
La reacción del Movimiento Obrero frente a la crisis no es solamente de resistencia. Las acciones que se combaten al modelo económico neoliberal tienen como lazo de unidad el campo fértil de la solidaridad. Esta expresión suele estar barrida de la representación social, casi ningún medio suele registrar el trabajo silencio que sin pausa realizan, por ejemplo, los trabajadores solidarios de la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval.
Ante la cultura de la indiferencia la Juventud Sindical de la FeMPINRA ha respondido con la alegría de la solidaridad, si parafraseamos a Francisco. La manifestación ética de los trabajadores tiene que ser celebrada como una elección de vida que recomponen los vasos comunicantes de la unidad de base. Esta unidad tiene un horizonte claro, determinante: Alcanzar la felicidad del pueblo por medio de la Justicia Social.
Este miércoles, en una jornada helada, con la calle en ebullición, los jóvenes marítimos, portuarios y de la industria naval, volvieron a realizar su habitual recorrido por las arterias de barrios como La Boca, San Telmo y Constitución. Ante la realidad dolorosa, el pueblo trabajador, contrapone y promueve una cultura del encuentro donde la centralidad la tiene la persona humana, el otro descartado por el modelo que solo mira hacia el mercado.
La indiferencia es una acto de soberbia, enquistado en la ideología neoliberal. Los pobres, los trabajadores ocupados y desocupados, no dan vuelta la cara al otro. A ese hermano, hermana, que ha sido expulsado a la indigencia por la dictadura del mercado. En la Juventud Sindical de la FeMPINRA la mano siempre está extendida. Nadie le escapa “al pique”, no porque sea una obligación, sino porque esa es la conciencia de la clase trabajadora. Ese es el legado de Perón y Evita.
La Juventud Sindical de la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval, hace tiempo que lleva adelante este tipo de jornadas. En silencio pero con persistencia, cada miércoles se pude ver como los trabajadores dedican su tiempo para ayudar a otros que ya no lo tienen. La angustia, la bronca, se ha transformado en fuerza vital para estos trabajadores solidarios. La Justicia Social no está en un manual de reflexión académica, está en cada gesto de solidaridad que expresa la clase trabajadora. Justicia Social, solidaridad por el bien común junto a los pobres, son pilares de la esperanza. Ese tal vez sea el mejor legado que nos deja la Juventud Sindical de la FeMPINRA.
“No podemos ser ajenos ni indiferentes a lo que sucede en nuestro país hoy. La aplicación de la emergencia alimentaria que vienen solicitando las organizaciones sociales y sindicales son de carácter urgente, así como también en materia salud. Pero con esto solo no alcanza, todas y todos tenemos que poner algo para colaborar con los sectores más vulnerables de nuestro pueblo”, afirmaron los jóvenes de la Federación.
En tal sentido recuperaron las palabras del Secretario General de la FeMPINRA, Juan Carlos Schmid, quien afirmó: “Tanto la emergencia alimentaria como que se declare una situación muy delicada alrededor de la salud, hace rato que venimos alentándola, hace una semana hubo una movilización mucho más grande que la de hoy y se mencionó esta necesidad. En la cabeza del Ejecutivo debe estar la convocatoria pero atañe a toda la sociedad porque esta noche hay argentinos que no van a poder comer, y hace frío, tenemos que asumir en conjunto, todos tienen que poner algo para colaborar con los sectores más vulnerables”.
El pueblo trabajador está donde tiene que estar, aunque algunos necios sigan perdidos en los laberintos construidos por el liberalismo económico. Sin trabajadores no hay esperanza, sin esperanza no hay presente ni futuro, sin presente ni futuro no hay Patria. Los trabajadores somos la Patria.
Fotografías: Juventud Sindical de la FeMPINRA / Ariel Chávez/ Octavio Martín/ AGN Prensa Sindical.