Por Octavio Martín
El martes 16 de Junio la Juventud Sindical FeMPINRA se acercó al Hogar de adultos “Sagrado Corazón de Jesús” del Hermano Marcelo Prado en la ciudad de Zárate, Provincia de Buenos Aires, para comenzar con el armado de una fabrica de panificados para los abuelos del lugar.
Es de público conocimiento que los geriátricos y hogares para residencia de la ancianidad, son focos de vulnerabilidad ante el Coronavirus. En Zárate, el reconocido hogar del Hermano Marcelo, con veinticuatro ancianos (abuelos indigentes, la mayoría de ellos indocumentados) residentes en establecimiento. La institución no tiene ningún apoyo de la Municipalidad, así como tampoco desde el área de Salud, ni de apoyo del Plan Alimentario.
El municipio conoce la existencia de la obra del Hermano Marcelo ya que data desde la plena crisis de 2001. En medio de la actual coyuntura, durante 90 días de aislamiento social obligatorio, durante la pandemia, solo se acercó una persona representante del municipio para alcanzar y explicar la aplicación de protocolos sanitarios, algo necesario pero insuficiente ante la realidad que atraviesan estas personas en situación de vulnerabilidad social y sanitaria.
El hogar se sostiene por un lado, por la realización de trabajo artesanal de rosarios y tarjetas para vender, hechos por el propio Marcelo. Por otro lado existe un apoyo solidario que viene de personas individuales, de espacios sociales y, como siempre, del Padre Pepe. Ni siquiera alguna empresa de la zona, acompaña esta necesidad.
Desde la Juventud Sindical de la FeMPINRA aspiramos a contribuir para que pronto el Hogar Sagrado Corazón de Jesús pueda tener su propia panificadora. La misma aportará un salto cualitativo y cuantitativo en el trabajo autogesitvo para sostener el hogar, pero también en la calidad de vida de los abuelos que tengan la posibilidad de realizar un trabajo digno para su vida.
Un paso adelante fue colaborar en la limpieza del garaje de la edificación, de esta manera los jóvenes militantes sindicales, marítimos, portuarios y navales, pusimos nuestro trabajo al servicio de los abuelos y abuelas, así tiramos una pequeña pared que divide los terrenos con una propiedad lindante, en ese sector se instaló un portón de una sola hoja para poder resguardar el vehículo que permite la movilidad de la Obra. De la misma manera se comenzó con la edificación de la estructura que contendrá a la futura panificadora.
Una vez más la Juventud Sindical de la FeMPINRA está donde tiene que estar, con nuestro compatriotas más necesitados, para escucharlos y ayudarlos, comprendiendo que ayudar también nos ayuda, convencidos de que la solidaridad es el pilar fundamental para la construcción de la Justicia Social.
*Fotógrafo y productor de AGN Prensa Sindical, integrante de la Juventud Sindical de la FeMPINRA
Fotografía: Redes sociales de la JSF.
18/06/2020
