Por Redacción
El INDEC difundió el último jueves los datos inflacionarios registrados durante el mes de abril de 2020. Los mismo reflejaron un índice inflacionario del 1,5% para dicho período, en tanto que en términos interanuales la inflación mostró un leve descenso y alcanzó un 45,6 %. Vale recordar que durante el mes de marzo la misma fue del 48,4 %, lo que evidenció un marcado descenso en la evolución de precios.
El mayor incremento se registró en el rubro Alimentos y Bebidas con un 3,2% de aumento. Aun cuando el alza es significativa este índice se encuentra por debajo del registro del mes pasado que fue de un 3,9 %. Uno de los rubros que retrajo sus precios fue el de Educación en un -1,5%. Según especialistas consultados por este medio el efecto de Precios Máximos, que retrajo las tarifas al 6 de marzo, tuvo un efecto de contención positivo en términos relativos en grandes supermercados y de manera variada en los comercios de cercanía.
Desde el Centro de Economía Política Argentina indicaron que “en términos generales, se percibió que, en el mes de abril, el Programa Precios Máximos ha tenido un funcionamiento eficiente en las grandes cadenas de comercialización, cuyos precios pueden controlarse online. CEPA ha realizado este seguimiento a lo largo del mes registrando muy leves variaciones. En los comercios de cercanía el aumento y la dispersión de precios fue mayor”.
Por otro el CEPA manifestó que “al inicio de la pandemia, y frente a un escenario de fuerte demanda de alimentos y dificultades en la cadena de pagos y en la producción de ciertos productos, se percibieron riesgos de desabastecimiento ante el fuerte shock de demanda por aprovisionamiento por parte de las familias, que fue resuelto casi sin dificultades”.
En el análisis los especialista de CEPA sostuvieron que ” la mirada monetarista que supone inflación derivada de la emisión de dinero se encuentra en crisis. En el mes de abril la inflación se redujo a pesar del escenario creciente de emisión. Vale la pena mencionar que tal emisión se realiza a la par de caída de oferta y sólo permite sostener un nivel de consumo básico. No “sobrecalienta” la economía: en efecto, la inflación que se genera por emisión debería darse en un escenario donde la demanda desborde a la oferta (M. Diamand), lo que no ocurre. La fuerte caída de la demanda muestra que en esta etapa no puede ser ésta variable la que explique los impulsos inflacionarios. La puja distributiva vuelve a ser una razón de peso”.
15/05/2020