*Por Rubén Fernández
Con sorpresa e indignación vimos el comunicado que el pasado 22 de agosto emitieran varios legisladores de Juntos por el Cambio, justificando su rechazo al proyecto de proteger a Aerolíneas Argentinas de potenciales nuevas aventuras que impliquen su achicamiento o sencillamente
su destrucción. Lejos de impulsar una campaña de miedo, visibilizamos un hecho concreto que
transmiten varios representantes de la coalición firmante y en idéntico sentido, miembros de La Libertad Avanza.
Resulta aún más grave, es que para sostener dicha posición emiten una serie de datos totalmente falsos, lo que nos pone en la duda de creerlos ignorantes o mentirosos. Siendo Legisladores Nacionales las dos alternativas son de una gravedad superlativa. Ellos dicen: “Durante el gobierno de Cambiemos, entre 2015 y 2019, se implementó una política de cielos abiertos, que permitió la competencia entre las empresas y que miles de argentinos puedan volar por primera vez. Esta política fue demolida por el gobierno del Frente de Todos, lo que redundó en un fracaso doble porque no sólo se impidió que muchos argentinos puedan usar las llamadas “low cost” sino que encima se agrandó el déficit de Aerolíneas Argentinas, uno de los grandes agujeros fiscales que tiene el Estado Nacional”.
En diciembre de 2019, producto de la nefasta “Revolución de los Aviones” habían cesado sus operaciones Avian, Sol, Andes, Norwegian, y cerraban sus balances en rojo Jet-Smart, Flybondi y en el caso del grupo Aerolíneas, el mismo superaba los 700 millones de dólares. Lo mismo sucedía con Lan Argentina que tres meses después cesó definitivamente sus operaciones.
Actualmente, todas las empresas que operan el cabotaje en la República Argentina, están volando y transportando pasajeros en altos porcentajes, superiores a la pre pandemia y a la época de la nefasta seudorevolución. En el caso de nuestra empresa de bandera, cerró el balance 2022 con algo
más de 200 millones de déficit, lo cual significó que en tres años disminuyó en 500 millones, el que nos dejó la gestión Macri/Dietrich, pero lo más significativo es que en los primeros siete meses del 2023, la empresa no ha recibido aporte alguno por parte del Estado Nacional y ha reducido su déficit en un 69% con respecto al 2022.
Estos simples números demuestran que el único objetivo de los Legisladores de la actual oposición, es la destrucción de nuestra empresa para, en forma excluyente, trasladar a su grupo de amigos una facturación anual de 2.000 millones de dólares. Una vez más, como a lo largo de sus 73 años de vida, las/os trabajadoras/es estaremos defendiendo a Aerolíneas Argentinas, que es en definitiva defender el patrimonio nacional. Lo haremos día a día con nuestro trabajo y en las calles cuando sea necesario.
*Secretario General de la Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales.
24/8/2023
