Por Redacción
Con la participación, de modo virtual, de diplomáticos y científicos de la Cancillería Argentina, este lunes comenzó la 40ª Reunión de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos. En este contexto, el gobierno nacional mantendrá el impulso de la propuestas argentino-chilena de Área Protegida para la Península Antártica Occidente. El encuentro se extenderá hasta el próximo 29 de octubre.
Asimismo, Guillermo Carmona, Secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, afirmó que “Argentina es un actor protagónico del sistema del Tratado Antártico y resaltó que nuestro país impulsa fuertemente la protección de la biodiversidad marina en la zona de la Península Antártica, cuyo ecosistema está hoy afectado por el cambio climático y la actividad humana”.
Por otro lado, desde Cancillería, señalaron que la propuesta binacional que promueve el Área Marina Protegida “es fruto de un trabajo científico de alta calidad iniciado en 2012 por un equipo de investigadores del Instituto Antártico Argentino y su homólogo chileno. Fue presentada por primera vez en 2018 y se encuentra aún en proceso de aprobación”.
En tal sentido, los voceros del Ministerio de Relaciones Exteriores , Comercio Internacional y Culto, remarcaron que “durante estos 40 años, la CCRVMA ha sido un espacio de cooperación y diálogo entre sus 26 miembros para adoptar medidas que hagan posible la conservación de los recursos vivos marinos antárticos, basándose en los mejores conocimientos científicos actuales y en las mejores prácticas de seguimiento, control y vigilancia. La Argentina ejerce la Vicepresidencia de la Comisión desde 2019”.
Los intereses soberanos de Argentina en el Atlántico Sur y en la Antártida son estratégicos de cara al futuro. Más allá de los acuerdos que rigen para la preservación de los recursos naturales, las zona se constantemente amenazada por la intrusión de potencias extranjeras como Estados Unidos y Gran Bretaña. En tal sentido, para 2018, como dato comparativo, el presupuesto antártico del Reino Unido era de 50 millones de libras esterlinas, el de Argentina a penas si alcanzó los 15 millones de pesos.