El despacho de Roberto Coria, Secretario General del Sindicato de Guincheros Maquinistas y Grúas Móviles, mira hacia la cancha de Boca. La luz entra con fuerza y destella cada uno de los recuerdos que se apuestan sobre repisas y escritorios. Entre ellos sobresale un termo que lleva los colores del Club Lanús, una de sus pasiones. Hay fotos, plaquetas, distintivos. Toda una gama de semiología sindical que suele soslayarse a la hora de intentar comprender lo que significa la liturgia sindical.
Afuera el invierno, como metáfora simple del país, se resiste a abandonar su lugar en la historia coyuntural. Mientras se ultiman los detalles para comenzar la entrevista, la amplia oficina del dirigente sindical cobra una vitalidad inusitada para un espacio físico determinado. Tal vez es solo una apreciación distintiva del periodista.
Todo está preparado, entonces la entrevista se convierte en una charla:
-¿Desde la actual coyuntura cómo se observa al Puerto de Buenos Aires?
-Sinceramente es una actividad que nunca está ajena a la realidad nacional. El fracaso de este gobierno, el fracaso de esta política económica repercute, no solamente en nuestro interior profundo, sino que repercute en la industria, en la economía diaria y también tiene un alto impacto en la actividad portuaria. Nosotros consideramos que la actividad portuaria es el reflejo del crecimiento y decrecimiento de un país y acá, donde prácticamente han paralizado la economía y han destruido una cantidad importante de puestos de trabajo, el Puerto de Buenos Aires está sufriendo su parte.
-En esta actualidad que describís, está la situación de los pliegos de licitación, que el Gobierno después de las PASO ha enfriado de alguna manera. ¿Cómo se observa, desde la perspectiva sindical, esta maniobra del Ejecutivo?
–Lamentablemente, otra vez acertamos en los pronósticos con respecto a esta licitación. Primero, vale aclarar, que no estábamos de acuerdo con la creación de una sola terminal, no estábamos de acuerdo en la transición entre el vencimiento de una concesión y la nueva. En todo momento nosotros pedimos dos terminales, nuestro modelo de país necesita tener una competencia. No este oligopolio que quedaría tanto en el Puerto de Buenos Aires como en la provincia. Más allá que el mundo tenga líneas navieras de integración vertical, nosotros lo que exigimos es una integración horizontal. Pasó lo que dijimos nosotros: no están llegando a tiempo con los pliegos, hicieron una ostentación, los funcionarios de la Administración General de Puertos y la Subsecretaría de Vías Navegables, obscena. Nosotros creemos que existen condiciones para estar frente a una licitación desierta y esto los obliga a hablar con los actuales operadores portuarios. Lo único que hicieron es ayudar a un grupo de amigos.
– ¿Cuáles son las expectativas para el Puerto ante la posibilidad concreta de que asuma un nuevo gobierno?
–Tenemos la expectativa que puede generar todo cambio de gobierno. Se necesita que se aboquen a la realización de proyectos a largo plazo que, desde la Hidrovía, que es el canal de acceso a nuestras economías regionales, haya inversiones concretas en el Puerto, no como eventualmente que hay inversiones que el Estado no está en condiciones de dar, tiene que haber inversiones privadas. Sí tiene que haber una participación del Estado como regulador de todas estas administraciones que puede haber en la actividad privada. En el Puerto está la Soberanía Nacional.
-En este marco, ¿qué representa para vos ser Guinchero?
– A veces pensamos que por algo la vida nos pone en determinadas situaciones. Más allá del destino, yo tengo una conducta desde el año ’79 en el Puerto. Pasé por todos los roles: delegado, delegado paritario, en un momento fui protesorero, después Secretario Adjunto y por último Secretario General. Intentar en hacer confluir a todo el cuerpo que me acompaña para que seamos una sola voz con respecto a una especialidad tan clara, que es ser Guinchero, es parte de nuestros objetivos. ¿Qué significa ser guinchero?: Operar toda una nueva tecnología que se viene para mejorar la calidad de vida de todos los trabajadores. ¿Qué significa ser guinchero?: Tener un compromiso, una capacitación, una formación, tener una conducta en algo que es claro, que es el Puerto, las Obras Civiles, el rol en Arena y Piedra. Nosotros estamos afectados desde el comienzo de la carga, hasta el final de la carga para aportar al crecimiento de un país. ¿Qué se siente?: Un orgullo que no tiene límite.
Al terminar la conversación el sol entraba aun con más fuerza en la oficina. Todo era luz allí dentro. Como afirmación contundente de las palabras vertidas por Roberto Coria, Secretario General del Sindicato de Guincheros.
Fotografías: Octavio Martin/AGN Prensa Sindical